Es un fuego tan ardiente,
arde y quema mis entrañas,
de los pies a las pestañas,
abrasando cuerpo y mente,
no es amor, estrictamente,
como humano pensar podría,
se desconoce la autoría,
de tamaña imaginación,
que, entera mi cremación,
en mi soñar la viviría.
Vaya cosa tan penosa,
sentir que vivo te queman,
el miedo y angustia se extreman.
Y te llevan en carrosa,
como si fuera gran cosa,
al crematorio funesto,
sin comer ni nada puesto.
Y si el fuego se iniciara,
en el pene y no en la cara,
todo sería aún más funesto.
Alberto Lacouture
3 agosto 2023
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BLOG DEL AUTOR: Alberto Lacouture.
