En mil ochocientos ochenta y seis fue,
en un 3 de marzo todo comenzó,
la clase obrera su sangre aportó,
con su justa lucha la vida cambió.

Jornadas de ocho horas reclamaban,
para trabajo, estudio y descanso,
con convicción y bravura marchaban.

Patronos indolentes no aceptaban,
solo doce o más horas de trabajo,
les respondían con gran desparpajo,
mientras la represión utilizaban.

Más los obreros, con mucha entereza
y muy fuerte convicción proletaria,
al burgués derrotaron con firmeza.

VIVA EL PRIMERO DE MAYO,
DIA INTERNACIONAL DE LA CLASE OBRERA!!!

Alberto Lacouture.

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