Por: Alejandro Gutiérrez De Piñeres y Grimaldi
ORLANDO DÍAZ DAZA, hijo de un comerciante oriundo de San Juan del Cesar (Guajira), junto con su padres y siete hermanos, emigraron a Maicao, municipio caracterizado por ser un epicentro de toda clase de comercio y contrabando, en medio de múltiples dificultades, realizó parte de sus estudios sólo hasta el noveno grado, y de allí partió hasta Bucaramanga, donde culminó su básica secundaria.
El sexto hijo de Argemiro Díaz y Olga Daza, fue el único al que su padre le manifestó de antemano, que iba a ser abogado, en tanto que sus hermanos decidieron por sí mismos, las profesiones que habrían de ser en el futuro, como medicina, ingeniería, arquitectura, derecho, bacteriología y arquitectura. Orlando fue inscrito por su padre, para presentar exámenes en la Universidades de Cartagena y en Bucaramanga. Tras ser admitido en la primera, durante las épocas vacacionales, estando en Maicao, comenzó en él, un interés por aprender a tocar el Acordeón, instrumento de fácil adquisición en ese lugar y básico para interpretar las canciones de ese folclor, que ya estaba prendido en su corazón. Su padre ya era un acordeonero muy conocido en Maicao, al igual que cinco de sus seis hijos varones, a excepción de Orlando.

Obrando por su propia cuenta, Orlando optó por realizar una rifa y con el producido de ella, compró su primer acordeón, a través del cual fue logrando una gran popularidad en la Universidad, además de ser un destacado estudiante de Medicina. Estando en esa ciudad radicado, conformó su primer conjunto, con el cual amenizaba fiestas o parrandas vallenatas y, habiendo aprendido con extraordinaria calidad, a extraer notas y melodías de ese fuelle maravilloso, se atrevió a grabar un larga duración (L.P), donde incluyó temas de reconocidos compositores como Rosendo Romero, Rafael Manjarrez, Roberto Calderón y Calixto Ochoa.
MUJER COSTEÑA
Interpretan: Orlando Díaz Daza (Acordeón) & Eddie Gutiérrez (Cantante)
EL BESITO
Interpretan: Orlando Díaz Daza (Acordeón) & Eddie Gutiérrez (Cantante)
Habiendo culminado con honores sus estudios de Medicina en Cartagena, viajó a Cali a estudiar radiología en la Universidad del Valle; estando allí radicado trabó una gran amistad con Alejandro Gutiérrez De Piñeres y Grimaldi, Abogado ocañero, que laboraba con la Alcaldía de Cali, también era un Gestor cultural e impulsor de la música de acordeón en sus diversas manifestaciones (vallenatas y sabaneras), a través de programas en la radio caleña, charlas o conferencias, publicaciones en medios escritos y fundador y de varias agrupaciones. De allí en adelante, Gutiérrez De Piñeres, se convirtió en el representante quien conformó una agrupación de mucha calidad, tras convocar a reconocidos músicos oriundos de Valledupar, Fonseca, Barranquilla y Quibdó.
A partir de entonces, por todo Cali se expandió la noticia de la existencia de un conjunto vallenato, con un médico – acordeonero, que gustaba mucho por su estilo sabroso, creativo y por el don de gentes del galeno, que atraía muy buenas opiniones y cantidad de admiradoras por doquiera. A pesar del trabajo que implicaba estudiar una especialización médica (Neuroradiología), todos los fines de semana, Orlando acudía a cumplir sus compromisos musicales, los cuales le permitían buenos ingresos y muchas amistades. Por tal razón, los sábados y domingos, dedicaba buena parte de su tiempo a estudiar por su cuenta el idioma inglés, porque su mirada estaba puesta en presentarse a la Universidad de Harvard (U.S.A) y proseguir allí una especialización.
OYE CORAZÓN
Interpretan: Orlando Díaz Daza (Acordeón) & Eddie Gutiérrez (Cantante)
MEDITACIÓN
Interpretan: Orlando Díaz Daza (Acordeón) & Eddie Gutiérrez (Cantante)
Habiendo culminado exitosamente sus estudios post-grado en la Universidad del Valle (Cali), se presentó en la Universidad de Harvard, para cursar una especialización como neurorradiólogo intervencionista, rama que se encarga de tratar las enfermedades vasculares del cerebro, sin abrir la cabeza, habiendo sido becado por su alto puntaje. Después de estudiar en Harvard, regresó a Colombia y trabajó como jefe de Neurorradiología en un hospital de Bogotá y, tiempo después, recibió una propuesta desde Estados Unidos. Actualmente se desempeña como Codirector del Instituto Neurovascular del Hospital Metodista de Houston y profesor de la Universidad Cornell”.
Viaja por todo el mundo enseñando lo que sabe hacer muy bien. Ha hecho cirugías no solo en diferentes lugares de Estados Unidos, sino también en la India, China, Panamá, Perú, Puerto Rico y por supuesto Colombia, donde todos los años programa varias intervenciones gratis para personas de escasos recursos, junto al neurocirujano Rafael Almeida.
A pesar de sus múltiples ocupaciones, permanece siempre dispuesto para contribuir al desarrollo de obras sociales, pues con aire de seguridad afirma: «Esto para mí no es un trabajo, hago las dos cosas que más me gustan: Ejecutar el acordeón me ha ayudado mucho a llegar donde estoy, porque a través de él he conseguido muchos amigos, entre esos el que me llevó a Harvard”. Más adelante señala: «Tocar un acordeón en Estados Unidos es un honor, un médico que toca un instrumento es considerado un genio, aunque aquí, en Colombia, resulte común y no sea visto como algo extraordinario».
“Las dos son como un complemento para mí: el acordeón me ha ayudado muchísimo y la toco todos los días, cuando estoy cansado. Ahora no tengo uno sino diez… Y la medicina es mi vida, me ha abierto muchas puertas. Mi papá estaba en lo cierto, ¡esto es lo mío!”.
Hoy en día se desempeña como Vicepresidente de la Sociedad Iberolatinoamericana de Neurorradiología y reconocido como el mejor médico humanitario por la Fundación The Joe Niekro, en Houston. Es especialista en tratar aneurismas cerebrales, sin necesidad de abrir el cerebro, gracias a su especialización en Neuro-radiología Intervencional de la Escuela de Medicina de Harvard. Estos costosos tratamientos son practicados anualmente por el Médico Guajiro, en campañas gratuitas para personas de escasos recursos alrededor de Iberoamérica.
“A lo largo de mi experiencia, desde que hice el año rural, he corroborado que en este mundo es malo ser pobre, pero peor aún es ser pobre y estar enfermo. Desde mi profesión siento un gran llamado por ayudar a la gente”, indicó el galeno por teléfono, desde Estados Unidos. En el año 2009, guiado por su vocación social, decidió hacer parte de una misión comunitaria a Lima, Perú, conformado por un grupo de neurocirujanos americanos del Hospital Metodista de Houston. En aquella oportunidad realizaron doce cirugías gratuitas en comunidades de escasos recursos. Tiempo después imitó el mismo ejercicio en Colombia.
Viaja por el mundo dictando conferencias, enseñando el tratamiento para dicha patología y practicando cirugías gratuitas. No duda en afirmar que un dolor de cabeza puede llegar a matar a una persona si no es tratado: “El aneurisma cerebral es como un bulto en la pared de una arteria del cerebro. La mayoría no muestra síntomas hasta que se hacen grandes, empiezan a perder sangre o se rompen. Según la gravedad de la hemorragia puede causar daño cerebral o la muerte”, explica seguido de un breve silencio.
Agrega que una persona puede padecer aneurismas por endurecimiento de las arterias (aterosclerosis), el envejecimiento o puede heredar la tendencia de generarlos. La presión arterial alta o el fumar aumentan el riesgo de padecimiento y rompimiento. Los aneurismas cerebrales son posibles detectarlos con una resonancia magnética cerebral.
A principios de los 90 el tratamiento era hecho exclusivamente a través de cirugía. Esta consiste en la abertura del cráneo y bloqueo del aneurisma con un clip metálico. En esa década desarrolló un método denominado embolización por catéter, que consiste en introducir en la arteria una cánula, que es llevada cerca del ensanchamiento y transporta espirales metálicas blandas para sellar el aneurisma. Esta práctica endovascular es la que trabaja este famoso Médico – Acordeonero.
“Lo que hago es que dentro de ese tubo navego con un microcatéter. Por ahí veo y encuentro el lugar donde se está sangrando o se presenta el coágulo. Mi objetivo es que la sangre vuelva a llegar correctamente al cerebro”, explica de forma general. Asegura con agrado que seguirá haciendo lo que mejor sabe y le gusta hacer: velar por el cuidado y la vida de las personas.

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BLOG DEL AUTOR: Alejandro Gutiérrez De Piñeres y Grimaldi
