Por: Alejandro Gutiérrez De Piñeres y Grimaldi

El machismo ha sido a través de la historia, una forma de hipermasculinidad usada para describir una actitud de superioridad del hombre sobre la mujer con características tales como agresividad, dominancia, valentía, promiscuidad, virilidad, sexismo, autonomía, fortaleza, papel proveedor y restricción en la expresión emocional. Según esa concepción podemos definir el machismo como un conjunto de creencias, actitudes y conductas que descansan sobre dos ideas básicas: la polarización de lo masculino y lo femenino y la superioridad de lo masculino en las áreas consideradas importantes por los hombres. Esta demostración y expresión de la masculinidad varía de acuerdo a la época histórica, valores y normas de cada cultura en torno a los cambios sociales y culturales vigentes.

Los diversos cambios que se han venido operando en la sociedad colombiana, han permitido la adquisición y desarrollo de características tradicionalmente masculinas en la mujer y características tradicionalmente femeninas en los hombres y, por consiguiente, esta renovación de concepciones nos viene demostrando que las mismas pueden coexistir en las personas sin importar el sexo al que pertenezcan.

En este sentido, me propongo resaltar el papel que en la actualidad vienen presentando en los últimos años las damas de Colombianas, quienes contra viento y marea, están demostrando a Colombia entera y al mundo en general, sus virtudes para ejecutar con gran maestría los aires musicales nacidos en nuestras regiones. En este sentido, no podemos pasar por alto, cómo dos mujeres virtuosas y de mucho perrenque (valentía, fuerza y coraje), se constituyeron en el motor, que hizo posible la participación, no solo de Acordeoneras, sino también ejecutantes de otros instrumentos, en los Festivales vallenatos impulsados por ambas: 1) Consuelo Araújo-Noguera y Rita Férnández Padilla.

El cuento que se venía manejando de años atrás, era que «la interpretación de los aires musicales ejecutados con Acordeón» en parrandas, fiestas privadas, familiares, conciertos y presentaciones en general, ‘era sólo para machos’, cómo si al género masculino una fuerza celestial o Todopoderosa, le hubiese asignado esa función. Nada más errado y arbitrario. El Supremo Creador desde que hizo al hombre y a la mujer, expresó: «No es bueno que el hombre esté solo». El hombre y la mujer se complementan, son diferentes pero nadie es superior al otro, así posean una anatomía diferente.

La participación en los primeros Festivales de música vallenata, organizados en la capital del Departamento del Cesar, mostraron una escasa participación de las damas, pero corriendo el tiempo, se fue configurando un cuadro diferente, el cual nos está demostrando con la creación de EVAFE (Encuentro Vallenato Femenino), cuya gestora fue Rita Fernández Padilla, una dama samaria, quien tras conocer a Valledupar y su música, se enamoró de sus costumbres y folclor y allí ha permanecido aportando su conocimiento, experiencia, voluntad y capacidad de gestión, para crear un Concurso exclusivo para mujeres, en todas las categorías.

Durante el primer Festival de La Leyenda Vallenata (1968), cuando ganó Alejandro Durán, causó sorpresa la presentación en competencia de una jovencita de escasos 16 años al lado de acordeoneros de reconocida trayectoria, como eran Alejo Durán, Ovidio Granados, Luis Enrique Martínez, Emiliano Zuleta Baquero, Toño Salas, Alcides Moreno y Lorenzo Morales.

Finalizando el mes de abril del año 1969 y reverberaba de emoción el segundo Festival Vallenato en la ciudad de los Santos Reyes. Sobre la tarima Francisco el Hombre en la Plaza Alfonso López la figura de una espigada joven graciosa y risueña arrancó en la multitud, un caluroso aplauso por la forma fluida y elegante como ejecutaba el acordeón.

La osada niña era Fabri Meriño, nacida en 1952 en El Molino, La Guajira. Fabri causó sensación en la primera ronda. Para la segunda sucedió algo extraño y fraguado por una reconocida artista, quien, temiendo que “la recién aparecida” les ganara a los veteranos, la llevó a hacerle un peinado, haciendo que se demorara para que fuese descalificada, como en efecto sucedió, puesto que al llegar a la plaza, la habían descalificado. Sin proponérselo ‘Fabri’ como cariñosamente era conocida por sus familiares y amigos estaba con su presencia en ese segundo Festival, abriéndole un importantísimo espacio a la figura femenina, que hoy es uno de los mayores atractivos que tienen estos eventos donde solamente los hombres tenían protagonismo.

Con un acordeón diatónico al pecho en un plano meramente profesional fue la agraciada ‘Fabri Meriño’ la precursora al lado de Rita Fernández, pero esta ya con un acordeón cromático o acordeón piano. que exige cierto nivel académico para su ejecución, quien es hoy la más encumbrada juglaresa que tiene nuestro folclor.

2. Rita Fernández Padilla

Podría decirse que fue la primera juglaresa. La samaria Rita Fernández (1946) es cantante, compositora, pianista y guitarrista. Nació en una familia musical académica, pero adoptó el vallenato durante unas vacaciones. Esto le causó llamados de atención no solo de sus familiares, sino dentro de ese modelo de sociedad machista, que no veía con buenos ojos a una mujer integrada a una parranda.
En 1968 fue la primera mujer en actuar –como invitada especial– dentro del primer festival vallenato. Fue el origen de Las Universitarias, el primer conjunto vallenato conformado por mujeres.

La idea de crear un Festival de música vallenata, exclusivo para damas en todas las categorías, surgió en la mente y el corazón de Rita, dando vida a su sueño, al crear EVAFE también conocido como el ‘Festival de las Mujeres’, ha sido un evento emblemático desde su inicio en el año 2016. En su octava edición en el 2023, el festival continuó empoderando a las mujeres dentro de este ámbito musical. Veamos algunas de las Acordeoneras que se han destacado, participando tanto en el Festival de la Leyenda Vallenata, como en EVAFE.

AMOR Y PENAS (Paseo)

Intérpretes: Rita Fernández Padilla & Las Universitaria

3. Loraine de Jesús Lara Mercado

Se coronó como primera reina en la categoría de acordeoneras mayores, durante el 52° Festival de la Leyenda Vallenata (2019). dejando en el camino a Wendy Paola Corzo y a la veterana Maribel Cortina Fonseca. Lara se coronó reina vallenata en la tarima ‘Colacho’ Mendoza del Parque de la Leyenda ‘Consuelo Araujo Noguera’ gracias a su destreza interpretando los cuatro aires del folclor vallenato: paseo merengue, son y puya.

La joven de 18 años, nacida en Sabanalarga, Atlántico, conquistó al jurado y al público, al interpretar de forma magistral los siguientes temas: ‘La fiera’ (merengue de Luis Enrique Martínez), ‘La espina en el dedo’ (paseo de su autoría), ‘No le temo a nadie’ (puya de su autoría) y Fidelina (son de Alejandro Durán).

Para obtener el título, esta estudiante de Licenciatura en Educación Básica Primaria de la Universidad de la Costa, debió superar en la gran final el talento de acordeoneras de renombre como Wendy Paola Corzo Carmona (segundo lugar) y Maribel Cortina Fonseca (tercer lugar), con quienes demostró que el acordeón femenino se afianza en los más importantes festivales musicales de Colombia, ratificando su talento y habilidad para la interpretación de este instrumento. Una luchadora del Festival Vallenato, de quien se creía sería reina del certamen, no pasó del tercer lugar: se trata de Maribel Cortina Fonseca, de 51 años, la más veterana del grupo de mujeres que se atrevieron a asumir el reto en la primera edición de la categoría acordeoneras mayores de la historia.

MOSAICO

4. Maribel Cortina Fonseca

Es la experiencia y la verdadera esencia de un artista que siempre lucha para llegar lejos, y en un momento mágico lleno de esperanza, demostró ser contundente al momento de ejecutar el acordeón. Aunque nació en El Difícil, se formó musicalmente, oyendo acordeoneros amigos de su padre que tocaban en el patio de su casa en Plato. A los 10 años comenzó a tocar en fiestas, donde la admiraban por la alegría de sus notas y por lo raro que era, en ese entonces, ver a una jovencita con un acordeón.

Su nombre fue cogiendo fama en la región, recuerda haber tocado en parrandas con grandes músicos de la zona como Eliseo Reyes y Modesto Barrios. En 1980, su padrino, Salvador Tovar, la llevó al primer Festival Vallenato del Magdalena Grande en Santa Marta, donde convenció a todos de su potencial musical. De aquí en adelante ha participado en la mayoría de festivales de acordeón que se celebran en la Costa. Su salto al profesionalismo lo dio en 1993, cuando grabó con las Diosas del Vallenato, al lado de la cantante Patricia Teherán, con la cual ganó Congo de Oro en el carnaval de Barranquilla.

Se inició musicalmente al lado de su padre, que era técnico y acordeonero. Su carrera profesional comenzó en 1994, cuando grabó con Las Diosas del vallenato, con Patricia Teherán. Juntas ganaron un Congo de Oro en Barranquilla. Maribel ha sido una incansable concursante en el Festival Vallenato, al que se presenta desde 1985. Obtuvo tres veces el segundo lugar en la categoría de aficionado y desde 1989 compite como profesional, sin alcanzar la corona. Ha sido la mujer que más veces se ha presentado en el festival.

ESTELITA GONZÁLEZ (Merengue)

Interpreta: Maribel Cortina Fonseca

5. Leidy Carolina Salgado Guzman

Se coronó como la reina mayor femenina del Festival de la Leyenda Vallenata 2023. Con ella, son cinco las mujeres que han ganado este reconocimiento en toda la historia del festival.

En ese mismo concurso, 56 años antes, seis jovencitas se presentaron en su primera edición. Las Universitarias —como se bautizaron— marcaron un hito en la historia del género, al ser el primer conjunto vallenato conformado solo por mujeres. Ese 27 de abril de 1968, no solo se inauguró uno de los festivales de música más importantes del país, sino que se rompió la teoría de que el acordeón era un instrumento solo para varones.

Solo gracias a la ambición de estas mujeres se empezó a abrir el camino para la inclusión femenina en este género musical, uno de los más machistas de la industria y cuyos logros se han atribuido mayormente a los hombres. Esos jaguares, reyes y caciques que, además de muchos estar envueltos en escándalos de acoso, abuso y violencia, pretenden que este ‘pedazo de acordeón’ fuera solo de ellos.

La primera vez que Leidy Salgado se presentó a un festival vallenato tenía nueve años. Frente a cientos de personas en Apartadó, su tierra natal, interpretó las canciones que meses antes había practicado con su papá. Aunque logró el tercer lugar, su deseo por seguir participando en concursos la llevó a recorrer el Caribe con acordeón en mano.

“En los festivales, casi todos eran hombres, así que el hecho de que llegara una peladita y más de Urabá, no era para ellos motivo de preocupación. Cuando me veían en la tarima se sorprendían, no solo por como tocaba, sino porque les ganaba”. Así recuerda Leidy sus primeros años de festivales. Cada uno de ellos la formó para ser la primera reina de EVAFE, el Encuentro Vallenato Femenino que se realiza desde 2016. Poco a poco cultivó su éxito y hoy, con 21 años, sigue sumando trofeos, aplausos y canciones.

LA CACHUCHA BACANA (Paseo)

Interpreta: Leidy Carolina Salgado Guzman

6. Yulieth Dayana Pineda Rovira
Sus participaciones en el festival comenzaron en la categoría Aficionado cuando todavía no habían creado la categoría en la que participa ahora. De igual manera, Pineda Rovira ha estado en otros certámenes culturales como el Festival Cuna de Acordeones, de Villanueva, La Guajira, donde ganó como Reina Vallenata Aficionada 2018. Sin embargo, le falta el triunfo en el Festival Vallenato por el que piensa perseverar. Su participación en la primera ronda empezó con el paseo ‘Salvadora’, de Rafael Escalona, y el merengue ‘La Fama’, de Luis Enrique Martínez.

Su trayectoria en el acordeón inició a los 12 años cuando su padre le enseñó desde la academia que tiene en su casa en Cúcuta, Norte de Santander. “Mi papá es acordeonero y también es técnico de acordeones, además tiene una academia en Cúcuta en la casa. Ahí había niños practicando y quise aprender, a los doce años agarré el acordeón y aquí estoy”, manifestó. El talento de la joven acordeonera fue reconocido con los aplausos del público.

SALVADORA (Paseo)

Interpreta: Yulieth Dayana Pineda Rovira

7. Isabel Sofía Picón Mora
La talentosa acordeonera, nacida en Ocaña (Norte de Santander), se convirtió en la nueva reina menor del Festival de la Leyenda Vallenata en Valledupar. El título lo alcanzó en la versión 54° de dicho concurso. Con gran destreza, entonó los aires de paseo, merengue, puya y son para mostrar el talento en la capital mundial del vallenato, pues la Provincia de Ocaña ha sido un bastión de estos aires, que llevan dentro de su corazón.
Hija de un comerciante y una enfermera a sus 14 años de edad ha cosechado triunfos a nivel local, regional, nacional e incluso internacional debido a la habilidad en los dedos para interpretar ese instrumento, fruto de la constancia, el tesón y la dedicación diaria. Desde los 6 años comenzó a mostrar sus dotes, admirada por grandes compositores y orientada por maestros quienes resaltan la destreza para arrancar melodías que llegan al alma de un acordeón y admiran la capacidad de interpretar temas clásicos del folclor de la tierra de Francisco El Hombre.

Muchos se muestran incrédulos cuando ven subir al escenario a una diminuta figura, que hace un esfuerzo por mantener colgado en su pecho un instrumento de esa naturaleza, pero el concepto cambia cuando comienza a digitarlo con una destreza sin igual. “Ella arriba al escenario y sufre una transformación única». Muchos la catalogan como la Niña de los dedos de oro o la Reina Isabel del acordeón, puesto que los aires vallenatos toman dimensión diferente en manos de esta promisoria artista.

LA GIRA (Merengue)

Interpreta: Isabel Sofía Picón Mora

LA CRECIENTE DEL CESAR (Merengue)

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BLOG DEL AUTOR: Alejandro Gutiérrez De Piñeres y Grimaldi