I

Cuando la vida te avise
que tu hora te ha llegado,
por mas que duermas de lado,
como diciendo no quise
mejor que ella me precise,
tu escape no es muy seguro.
Fúmate tu último puro,
aprieta nalgas y orina,
no es actitud masculina,
morir en estado impuro.

II

Si la muerte te sorprende
en un lecho pasajero,
serás duende prisionero,
pues quien a su dama ofende,
el alma se le desprende,
volando hacia el infinito,
en un viaje de proscrito,
cumpliendo eterna condena,
por dormir en cama ajena,
avergonzante delito.
Alberto Lacouture
10 Febrero 2024

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