Daniel Alberto Madriz

Este miércoles 17 de abril del 2024, se cumplirán 10 años de la partida del hijo de Luisa Santiaga Márquez Iguarán a otro paisaje, siendo escoltado a la estratosfera costeña del pueblo de Macondo por las livianas y sutiles mariposas amarillas, que permanecen revoloteando en el mundo mágico y literario que él genialmente creó.

Gabriel García Márquez continúa presente en el universo cultural y sus obras saltan a la palestra de las letras nuevamente, toda vez que como caída del cielo de Macondo, aparece su novela póstuma «En agosto nos vemos». Y como si esto no fuera una grata sorpresa, en estos momentos la empresa de entretenimiento Netflix elabora la adaptación cinematográfica de su novela más editada en el planeta «Cien años de Soledad», que ya cuenta con un pueblo real e idéntico al descrito en la novela del Nobel, construído de forma física para la futura filmación cinematográfica en una región del Tolima Colombiano. El laureado ganador del Premio Nobel de Literatura 1982, cuenta con una extensa biografía, realizada por especialistas y eruditos literarios, dedicados al estudio de su vasta obra y a su larga vida de 87 años, vivida para contarla durante su estancia en Rusia, Alemania, Francia, Italia, España, la llamada Europa del Este, Estados Unidos, México, Cuba, Nicaragua, Colombia y Venezuela entre otros países del mundo que visitó y vivió.
En esta breves notas nos ocuparemos de su primera visita y estancia en Venezuela cuando era «Feliz e indocumentado» como jocosamente se auto definió con su ironía costeña, para graficar los años de permanencia en la tierra del Libertador Simón Bolívar, a quién conoció siendo niño en los textos escolares y ya de adulto amplió su conocimiento sobre la vida del héroe, luego de visitar la Quinta San Pedro Alejandrino en Santa Marta, hacienda donde moriría el «Hombre de las Dificultades» aquel 17 de diciembre de 1830. La vida de aquel venezolano que había luchado en Cartagena y a lo largo del río Magdalena lo inspiró muchos años después a escribir la no menos célebre novela «El General en su Laberinto».
García Márquez nació el 6 de marzo de 1927, en el Municipio de Aracataca departamento del Magdalena, cuya capital es Santa Marta, ubicada al noroeste de Colombia Región Caribe. Como es conocido García Márquez inicia su recorrido periodístico y literario en la costa caribeña de su país, escribiendo artículos en los periódicos El Espectador y en El Heraldo como integrante del «Grupo de Barranquilla», dónde quedará impactado por los grandes escritores que tuvo la oportunidad de leer entonces como Faulkner, Hemingway, Kafka y Virginia Woolf entre otros. En el año1955, cuando aún ejercía como periodista del diario El Espectador, y a raíz de la publicación por entrega de la entrevista que le realizó al marinero sobreviviente en su crónica «Relato de un Náufrago» tuvo su primera controversia con el gobierno dictatorial de Rojas Pinilla. Ese conflicto se generó entonces, porque al final, el marinero sobreviviente modificando su relato inicial que lo había hecho famoso, reveló que los marineros que murieron en el accidente, se debió a consecuencia del sobrepeso que traía la nave de contrabando, contentivo de equipos domésticos de línea blanca y no a causa de una tormenta que nunca ocurrió. García Márquez, sin desearlo se vió implicado en ese asunto y tuvo que abandonar Colombia por recomendación de las directivas del periódico, que para protegerlo lo enviaron a Ginebra a cubrir la conferencia de los Cuatro Grandes, y luego a Roma porque el gobierno de Rojas Pinilla estaba en extremo contrariado, por el escándalo público que generó la edición que reveló la verdadera razón por la que murieron los marinos caído al agua en alta mar en tan trágico suceso, cuando el Destructor Calda nave de guerra donde ocurrió la tragedia regresaba de Panamá con destino a Barranquilla.

El Gabo a su regreso de Europa dónde pasó 4 años, llegaría al aeropuerto de Maiquetía en el actual Estado de la Guaira, un 23 de diciembre de 1957 procedente de Londres, invitado por su amigo Plinio Mendoza, para trabajar en la Revista Momentos, cuyo dueño era Carlos Ramírez Mac Gregory, en plena dictadura del General Marcos Pérez Jiménez. Gabo para entonces ya había publicado su primogénita novela “La hojarasca” donde nace la población ficticia de Macondo. Márquez ya en Caracas se alojó inicialmente en una pensión administrada por inmigrantes italianos en la urbanización caraqueña de San Bernardino, al este de la Quebrada Anauco y vecina de la parroquia Candelaria. Pasado un tiempo se mudó o trasteó al piso 6 de edificio Roraima, ubicado en la calle Guaicaipuro, más arriba de Corpoelec y de la Comandancia General de la Armada, próxima al Centro Médico Caracas.
Gabo trabajó hasta marzo de 1959 como reportero, durante año y medio que en las Revistas «Momento», «Élite» y «Venezuela Gráfica» ejerciendo en esta última el cargo de editor jefe. Una selección de las crónicas que García Márquez escribió durante esta etapa caraqueña, entre ellas la emblemática «Caracas sin agua» fueron publicadas en 1973, en el libro antológico llamado: “Cuando era feliz e indocumentado». Estando en la antigua ciudad de los techos rojos, el Nobel colombiano escribiría «El Coronel no tiene quién le escriba», «La Mala Hora», y varios relatos de los » Funerales de Mamá Grande «, participando en el concurso de cuentos del diario El Nacional, con » La siesta del martes», que estimó era su mejor historia corta.
El Gabo fue testigo de excepción del plebiscito fraudulento realizado por el general Marcos Pérez Jiménez, a partir del cual arreciaron las protestas contra el dictador andino. El 1 de enero de 1958, tras la celebración del año nuevo, García Márquez presenció también con su amigo y Plinio Apuleyo Mendoza, el bombardeo, más simbólico que real, sobre Caracas y el palacio presidencial de Miraflores, ejecutado por pilotos de la base aérea de Maracay llamado por el pueblo como los «Aguiluchos» comandado por coronel Hugo Trejo al frente, quiénes se habían alzado contra la dictadura perezjimenista. La Junta Patriótica dirigida por el periodista Fabricio Ojeda llamó a protestar y estás se agudizaron; el 10 de enero hubo disturbios callejeros en Caracas; el 21 se declaró una huelga de prensa; el 22 se convocó una huelga general y en la madrugada del 23 el dictador, privado del apoyo de las Fuerzas Armadas, abandonó el país a bordo del avión “La Vaca Sagrada” rumbo a República Dominicana.
El día 26 de enero después de la huída de dictador, García Márquez y Mendoza asistieron junto a otros reporteros al Palacio Blanco, cercano a Miraflores, donde se afinaban los detalles para la conformación de la nueva Junta Militar, en medio de un ambiente de grandes expectativas. Días después García Márquez y Mendoza conocieron en el Palacio de Miraflores a un anciano que llevaba 50 años trabajando allí, quién les narró haber conocido al General Juan Vicente Gómez, el anciano les habló de general Juan Vicente Gómez, un dictador que estuvo en el poder absoluto en Venezuela durante 27 años, desde el año1908 hasta su fallecimiento por muerte natural en 1935. Está historia le sirvió al Gabo como fuente para que años después escribiera la novela » El Otoño del Patriarca».
El costeño originario de Aracataca, en diversas ocasiones hizo referencias a sus vivencias en Caracas, de la cual decía que parecía una ciudad norteamericana enclavada en el Caribe tropical para la época, por el desarrollismo que emprendió el dictador Pérez Jiménez realizando faraónicas urbanizaciónes, grandes avenidas y autopistas como el distribuidor del «Pulpo» y la «Araña», puentes elevados, plazas públicas como la del General Urdaneta en la Candelaria, viaductos como el de la autopista Caracas la Guaira, balnearios modernos, etc., todas estas inversiones las realizó gracias al auge de las ganancias petroleras.

Cabe señalar que para la época en Caracas circulaban los últimos modelos de vehículos norteamericanos, las tiendas tenían rótulos de publicidad en el idioma inglés, y las empresas de hidrocarburos como la Creoles, la Shell, la Texaco, la Esso Mobil etc, tenían grandes vallas de publicidad por toda la ciudad y la avenida Sábana Grande parecía en realidad cualquier calle de Nueva York atiborrada de luminarias y luces de neón. De los Caraqueños se refería que eran fanáticos del juego de carreras de caballos llamado el 5 y 6, que eran «corajudos y mamadores de gallo» porque fue testigo de cómo los caraqueños casi voltean el carro del presidente norteamericano Richard Nixon en rechazo a su visita a Venezuela y en apoyo a los combatientes vietnamitas. De las caraqueñas dice que eran altas, hermosas y arrechas en el argot colombiano, es decir de carácter fuerte y decididas. “Una de las hermosas frustraciones de mi vida, es no haberme quedado a vivir para siempre en esa ciudad infernal». Gabriel García Márquez.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS: •Gerald Martín.Gabriel García Márquez ; •Cuando era feliz e indocumentado Centrogabo.org •https://fundaciongabo.org/es ; García Márquez; Gabriel. (1982). “El Otoño del Patriarca”. Bogotá, Editorial La Oveja Negra.
García Márquez, Gabriel. y Mendoza, P. (1982). “El olor de la guayaba”. Bogotá.

Siguenos en X: @portalvallenato