Por José Atuesta Mindiola

I

Esbelta mujer morena
su infancia vive en Arjona
y en su mirada pregona
sonrisa de luna llena.
De estampa fina y serena
radiante flor matutina,
su bello nombre es Regina,
Leyva Díaz, sus apellidos;
personajes distinguidos
sus padres, Trino y Marina.

II

Un seis de enero fue el día
feliz de su nacimiento,
y su pueblo muy contento
vestido de epifanía.
Luminosa en armonía
su vida infantil avanza,
y Dios bendice su crianza
de fe y sentimientos francos;
y es un colegio de El Banco
el templo de su esperanza.

III

Brilla en su voz la decencia,
y es como el ave canora
que se despierta en la aurora
cantando por su existencia.
Andaba con persistencia
y encuentra aquí su camino:
el edén de su destino
es el Colegio Instpecam,
y en tantos años ya están
sus huellas en pergaminos.

IV

Giran los días sin afán
porque el tiempo es una noria,
y ella guarda en su memoria
la historia del Instpecam.
Unos llegan y otros se van,
y en los libros la grafía
certifica la estadía
de alumnos y profesores.
Vamos a brindarle honores
a Regina Leyva Díaz.

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