El porro, música del Caribe colombiano

ORIGEN DEL PORRO
Nacido y desarrollado en Colombia, principalmente en la costa atlántica o región Caribe (departamentos de Córdoba, Sucre, Bolívar y Atlántico), y luego extendido a otros confines. Es un ritmo muy alegre y fiestero propicio para el baile en parejas. Se ejecuta en compás de 2/4; el mismo del pasodoble y el tango. Pero como tampoco en la música faltan discrepancias, se sostiene que su verdadero compás es el 4/4; el mismo de la samba. Ambos se tocan en lo que se llama “compás partido”, que para algunos es el mismo 2/4.

Una de las teorías existentes sostiene que el porro nació en la época precolombina, a partir de los grupos gaiteros de origen indígena, luego enriquecido por la rítmica africana ( W. Fortich). Más tarde evoluciona al ser asimilado por las bandas de viento de carácter militar, que introdujeron los instrumentos de metal-viento europeos ( trompeta, clarinete, trombón, bombardino, tuba), que hoy se utilizan.
Otra teoría (Guillermo Valencia Salgado), dice que su principal fuente creativa se encuentra en elementos rítmicos de origen africano, principalmente de antiguas tonadas del pueblo Yoruba, que en el Sinú y el San Jorge dieron lugar al surgimiento del “baile cantado”. Por informaciones de tradición oral recogidas por este irremplazable estudioso del folclor, se supo que el porro también se tocó sólo con tambores y acompañamiento de palmas y cantado. Lo mismo que con gaitas y pito atravesado.

La pretensión de darle un lugar único de nacimiento en la costa caribe colombiana, no ha logrado siquiera un mínimo consenso, y quizá nunca se logre.
Según el escritor y cineasta Juan Ensuncho Bárcena, el porro es oriundo de San Marcos del Carate, otros dicen que nació en Ciénaga de Oro (Jony Sáenz), alguien sostiene que es oriundo del Magdalena ( Enrique Pérez Arbelaez), también se dice que nació en el Carmen de Bolívar y de allí migró hacia otras poblaciones de la sabana, hasta llegar al Sinú. También reclaman derechos de paternidad sobre el porro: Corozal en el departamento de Sucre, Momil y San Antero en el de Córdoba.

Estas hipótesis hacen referencia al porro sabanero o “tapao” ya que del “palitiao” se acepta comúnmente que su nacimiento se dio en San Pelayo y para que no haya dudas, se ofrecen lujo de detalles, como los que aporta Orlando Fals Borda: «Nació en 1902, en la plaza principal del pueblo, detrás de la iglesia y debajo de un palo de totumo».

En cuanto al origen de la expresión PORRO se conocen dos hipótesis principales: la de que proviene del porro, manduco o percutor con que se golpea al tambor o bombo y su acción o porrazo (Valencia Salgado) y la que sostiene que es derivada de un tamborcito llamado porro o porrito con que este se ejecutaba (Alquiles Escalante).

VESTUARIO DEL PORRO

La mujer:

Usa falda sencilla hasta la mitad de la pantorrilla con poco vuelo; la blusa es escotada, sin mangas y sin arandelas, toma regularmente colores pasteles, se baila sin velas, los adornos en la cabeza son del gusto de la mujer: peineta, binchas, flores. Para el calzado se utilizan las sandalias o abuelitas (también se usan vestidos enterizos).

El hombre:

Usa pantalón de dril o gabardina, blanco o de colores tierra, con bota recta de talonera o dobladillo, bolsillos delanteros y rejos para ajustarse a la cintura con una correa, camisa blanca manga larga de cuello alto, recta y de puño, guayabera o liquiliqui,

HISTORIA
Antiguamente era una danza suelta, que ha evolucionado hacia el baile de salón, de pareja cogida. En ella no existe coreografía definida, se repiten movimientos circulares con asedio de los hombres a las mujeres, de acuerdo con las oportunidades que cada pareja encuentra.

Fue orquestada y convertida en ritmo popular en la costa norte y al interior del país, sobretodo en Medellín, en donde la gente de barriada le dió un estilo propio, con movimientos corporales altamente influenciados por los ritmos antillanos de la época.

Guillermo Abadía M. En su libro “Compendio General del Folclor Colombiano”, dice “el nombre porro” para algunos se deriva de “porrazo” o golpe de porro que se da en la ejecución musical al tambor llamado bombo o tambora; hay variantes de porro como el “palitia`o” llamado también gaita, completamente lento, otro es el “porro tapa`o” al que también se le llama puya y que se determina porque en su interpretación jamás deja de sonar el bombo y cada golpe que se va dando con la porra es un parche, se va tapando el parche opuesto con la mano para que no vibre mas y a esta presión de la mano se le llama regionalmente “tapa`o”.

Octavio Marulanda en “Folclor y cultura general”, agrega que según Delia Zapata Olivella, el nombre procede de la costumbre de porrear o de bailar en torno a los tambores llamados porros y afirma además, que musicalmente presenta el mismo acento africano de 2/4 y su acompañamiento en la forma primitiva, es igual al de la cumbia, aunque cobra más acentos expresivos con evidentes búsquedas melódicas para dar paso al canto.

El Porro en Medellín

El porro en Medellín tuvo un auge grandísimo En los barrios de Enciso, Caicedo, buenos aires, la milagrosa y muchos más del oriente de Medellín. Estos crearon una forma singular de bailar, hoy en día se ha retomado bajo el nombre de porro marcado el cual es de academia.

Compositores famosos lo han orquestado y proyectado a través de la industria disquera nacional, convirtiéndolo en un ritmo muy popular, no solo en la costa norte sino también en el interior del país donde fue aceptado con entusiasmo en la década del 50. Lucho Bermúdez fue uno de los que lo popularizó rápidamente, sobre todo en Medellín, donde tenia su orquesta y a pesar que esta se desenvolvía a nivel de los clubes de la alta sociedad, su música llegó hasta las barriadas por medio del disco, siendo tomado por la gente popular quien le dio un estilo propio; sus movimientos corporales estaban influenciados notoriamente por los ritmos antillanos que denominaban el ambiente de esa época, como resultado de esto quedó lo que hoy algunos llamarían “porro cachaco”.

El primer festival de porro se realiza el 15 de mayo de 1993, en el barrio Santa Rosa de Lima, sector el Coco. Surge como una necesidad de canalizar y recoger las expresiones culturales populares de los barrios de la Comuna 13 de Medellin.

Hoy, el festival de porro se ha convertido en una expresión social, en un medio que aglutina las practicas creativas y artísticas; lo autóctono y tradicional de la cultura del país. El festival es un espacio para mostrar y confrontar la tendencia expresiva de porro.

Durante 10 años, el festival cultiva, fomenta e impulsa las expresiones folclóricas de la ciudad, el departamento y el país. Por medio de la música y la danza, los artistas han creado y expresado sus valores culturales, aportándole al rescate de lo mas autentico y propio de la cultura de la Sabana Norte de Colombia

En los 10 años, el festival ha mostrado diferentes modalidades del porro, que se practica en los barrios populares de Medellín, son ellos: el porro palitiao o pelayero, el porro tapao y el porro marcado.

Creadores invaluables que han enriquecido el porro a nivel popular, José Barros y Crecencio Salcedo; en especial Crecencio, que no solo aporto su talento, sino que además trato de mantenerlo siempre en su estructura tradicional.

El Porro, género musical por excelencia del Bolívar grande, en su época de mayor auge, fue el ritmo obligado para amenizar las fiestas desde la Guajira hasta el golfo de Urabá. Esto indica que el Porro se dio en toda la Costa.
El maestro Aquiles Escalante dice «que este aire musical fue cantado por grupos negros a orillas del mar, y que su nombre provenía de un tamborcito llamado «Porrito».
Cuando los tambores africanos reciben el aporte melódico de las gaitas y traveseros, este porro negro evoluciona enriqueciéndose con una dulce y añorante melodía. Este es el porro que interpretan las cumbiambas de Córdoba, Sucre, Bolívar y Magdalena, Pero esta melodía que prestan las gaitas es similar a las formas melódicas que se escuchan en la Cumbia, en el porro y en la Gaita, por su compás 2/2 o binario; solamente varía el ritmo.
En Córdoba y en Sucre este porro zambo hace tránsito a las bandas de viento. Aquí en las bandas se enriquece melódica, armónica y rítmicamente. Esto obliga a tomar una estructura diferente, lo cual impulsa al compositor a crearle partes que antes no tenía. Y el hecho de repartir la composición en varios instrumentos se ve en la obligación de darle cuatro partes, que, son:

1. Danza introductiva.
Esta parte es ejecutada por toda la banda,
2. Desarrollo del porro.
Esta parte se desarrolla mediante un diálogo entre trompetas, clarinetes y bombardinos. Las trompetas preguntan, clarinetes y bombardinos responden.
3. Nexo preparatorio.
El diálogo anterior crea en su parte final un nexo rítmico-melódico que desemboca en el recital de los clarinetes.
4. La «Bozá» o recitativo que improvisan los clarinetes.
Se dice que en esta parte se decanta, se amarra, el porro. De ahí la expresión «Bozá», o sea bozal que ata, que amarra.
Esta es la parte más sabrosa del porro pelayero. Y se afirma que un porro sin partes de clarinetes no es porro. En el momento de la «Bozá» no suena el bombo. El ejecutante o bombero solamente palitea una tablita anexada al instrumento.

Estas cuatro partes no las tenía ni el porro negro ni el porro zambio. Es una creación de los compositores pelayeros. Además vemos que una característica de este aire musical es su forma improvisada. Nunca una misma banda repite con exactitud la interpretación de un porro palitiao.
El nombre de porro viene de porrazo. Y dada la ejecución de la porra se tocará un porro tapao o un porro palitiao.
Esta nueva estructura le da al porro una fisonomía distinta que antes no tenía, lo que nos permite decir que estamos en presencia de un nuevo género musical que denominamos Porro Pelayero. Su forma instrumental ha influido en otros ritmos hasta el punto de tenerlo como generador de nuevos aires musicales.

Por eso decimos: el porro pelayero por ser instrumental no debe incluirse la letra, pues no es cantado. Su morfología hace relación a cuatro partes muy definidas: danza introductiva, desarrollo del Porro en sí, nexo preparatorio y bozá o recitativo de los clarinetes.

Se dice que estas partes del porro pelayero expresan nuestra nacionalidad. En la danza introductiva se presienten los bailes cortesanos de la vieja España. La segunda parte responde a las exigencias del bombo, o tambora, instrumento que impone el ritmo africano que lo influye y lo domina. En la tercera parte, cuando los clarinetes dan su recital, la voz tonal de este instrumento nos recuerda el añorante canto de las gaitas indígenas. Es así como entran en nuestro folclor las tres razas que conforman la nacionalidad: el español, el africano y el americano indígena. Otro aire musical colombiano no tiene tan equilibrados los elementos raciales de nuestra cultura, como sí lo tiene el Porro.

Porro Tapao o Sabanero

La diferencia entre esta clase de porro y el pelayero hace relación al procesamiento de la obra musical. Mientras que el pelayero es un porro espontáneo, rural, de interpretación libre y emotiva, donde solamente permanece el tema y varía el arreglo de acuerdo al momento emocional y por la agitación y solicitud de los danzantes, el Tapao o Sabanero exige más cuidado en la interpretación puesto que debe seguir una partitura. Este porro sabanero es urbano, de arreglos fijos y determinantes y admite el baile de parejas cogidas. No permite que se varíe su interpretación. Hace tránsito a la orquesta sin sufrir modificación alguna, a veces posee letra y entonces permite ser cantado.

Publicado por Jhon Alexander Bedoya

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