Juan Piña homenajea a sus ancestros en su nuevo álbum
Juan Piña durante su visita a EL HERALDO para dar a conocer su nueva producción.
POR: MELISSA ZULETA BANDERA/EL HERALDO. El artista busca rescatar los géneros musicales autóctonos, como el porro y el merecumbé.
A los 10 años en su natal San Marcos, Sucre, el entonces pequeño Juan Piña no jugaba con carritos o balones, sino con los instrumentos musicales de la banda de su padre, entonando canciones como La tabaquera, Las cuatro fiestas y Carmen de Bolívar.
Fueron estas canciones y muchas más, autóctonas del Caribe colombiano, las que el artista revive en su más reciente trabajo discográfico: Tributo a mis ancestros.
“La meta que me propongo –y que invito a los cantantes y orquestas colombianas a proponerse– es revivir nuestro género autóctono tropical”, sostiene el artista de 63 años, quien admite que el vallenato representa a Colombia a nivel mundial, pero se ha dejado a un lado “la cumbia, el porro, el mapalé, el merecumbé, una música tan grande que hicieron maestros como Lucho Bermúdez y Pacho Galán”.
Para Piña, no se trata de que estos géneros tradicionales reemplacen a algunos ritmos más modernos, sino que haya espacio y audiencia para todos. “No podemos echarle la culpa al reguetón o a la champeta; todos los ritmos caben en Colombia”, opina.
Para lograr traer estos temas de antaño a la actualidad, contó con la colaboración de otros 15 artistas musicales en este álbum, entre ellos Checo Acosta, Peter Manjarrez, la pequeña Salomé Camargo, el puertorriqueño Yan Collazos, Gabriel Romero, Doris Salas y la trompetista holandesa Maite Hontelé.
Juntos, dieron nueva vida a canciones como Alicia, La molinera, El guayabo de la Y, El perro negro y Mi lindo San Marcos, entre otras, además de un mosaico con los temas El malquerido, Cartagena contigo, La gigantona y Vámonos caminando.
Hecho con el corazón. Tributo a mis ancestros no es el resultado de la inversión de una gran casa disquera. “No hubo casa disquera ni empresarios, esto se hace gracias Dios, a mis hijas y a mis amigos que me han colaborado de una u otra manera”, confiesa el artista, para quien su principal propósito con este disco “no es el dinero ni la fama, sino rescatar aquellos ritmos que hemos olvidado”.