I
La historia de la dinastía
con los hijos fructifica,
dijo Náfer Durán Mojica
a Juana Francisca Díaz.
Un bosque de melodías:
de chandé y de pajaritos,
edén musical de ritos
de palenque y de vaqueros,
emporios de acordeoneros
con sus cantares bonitos.
II
El Paso pueblo natal
de mujeres cantadoras
de los aires de tambora
y de música ancestral.
Este jardín musical
de los Durán fue el mejor:
Luis Felipe era el mayor,
Gilberto Alejo seguía,
y aún vive todavía
Náfer, hermano menor.
III
Gilberto Alejo Durán
su vida se hizo canción
y el Pedazo de acordeón
todos los recordarán.
Unos vienen y otros van
por las sendas de la vida,
hoy la gente agradecida
por su grandeza y talento,
cien años de nacimiento
fiesta en su tierra querida.
IV
El primer rey Vallenato
en la historia del Festival,
en la cumbre del pedestal
su nombre tiene mandato.
Sus canciones un relato
de El Paso en correduría
buscando a Sielva María
o aquel cero treinta y nueve;
aquí todo el tiempo llueve
cantares de vaquería.
V
Sus cantos un relicario
de brisas en la colina,
la Carta de Fidelina
y los Altos del Rosario.
El cuerpo es un campanario
y por tantos años se hiere;
Gilberto Alejo prefiere
en Córdoba su comarca,
allá lo abraza la parca,
pero su canto no muere.
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Valledupar, 6 de febrero de 2019.
BLOG DEL AUTOR: José Atuesta Mindiola