Desde los orígenes hasta 1970
Por Donaldo Mendoza
Panorama del periodismo hispanoamericano, de José Tarín-Iglesias. Así se presenta el volumen 86 publicado en la colección Biblioteca General Salvat, 1972. 215 pp. Si nos atenemos al subtítulo, es un estudio que solo puede exponerse en “rápidas pinceladas”. Inicia con una premisa que tiene valor de utopía: el mundo libre, y una objetividad que es subjetiva. Con esa salvedad, damos legitimidad a esta definición de periodismo: “En el mundo libre, el periodismo es un medio de información objetiva y obra con independencia en la tarea de informar a la opinión pública”.
Sobre el origen, convenimos en que el ágora (plaza pública) de la Grecia clásica es el primer escenario del periodismo. Allí acudían los ciudadanos a enterarse de las novedades del momento, en boca de itinerantes juglares que en aquel entonces fungían de reporteros. Y después serán los memoriosos rapsodas que en la Edad Media transitaban por veredas llevando la información oral a gentes que se agrupaban para escucharlos.
Así llegamos al renacer humanista del siglo XVI que, más allá de la mera cronología, señala un momento clave en la historia de la humanidad: la invención de la imprenta por el alemán Johann Gutenberg. A finales del siglo XX periodistas y académicos de Europa coincidieron en considerar la imprenta como el invento más importante del milenio. Para el tema que nos concierne, la imprenta llegó para transformar de forma radical la visión del mundo, recordemos lo que pasó con la Tierra y el Sol; y sí que tuvo que ver en eso la imprenta como vehículo veloz en la difusión de la noticia. Ocasión para decir que, con la imprenta, irrumpe de manera ‘masiva’ el periodismo.
Estamos, pues, bajo el umbral del Renacimiento. Un espíritu nuevo que despierta el interés por todas las cosas humanas. Y en su difusión, una nomenclatura para nombrar los medios de comunicación de impacto social: «noticias impresas» u «hojas volantes», que formaban cuadernillos. Y en el mismo siglo XVI, otro acontecimiento propiciará la evolución del periodismo: el encuentro de Occidente con nuestro Mundo. Se pasa de las «hojas» a la «relación» y la «carta». Recordemos: Brevísima relación de la destrucción de las Indias, de Bartolomé de las Casas; y Cartas de relación, de Hernán Cortés.
En su identidad de publicación con asiduidad, surge en Núremberg (Alemania), en 1534, el primer periódico publicado con regularidad, sin mayor información de este acontecimiento. En tanto que en España, en el siglo XVII, se reconoce como precursor del periodismo a un señor de nombre Andrés Almanza de Mendoza, con sus «Cartas de novedades políticas de la Corte y avisos recibidos de otras partes», antecedente de lo que más adelante se llamará periodismo informativo.
Pero, como bien se dice que no hay rosas sin espinas, el naciente periodismo lleva en sus entrañas el virus de la censura, que no demora en hacerse presente: la religiosa y la gubernamental. Claro que fue más estricta la religiosa, que se hace sentir con un nombre que al escucharlo ya infunde terror: la santa Inquisición. Muy pronto se dictaron severas normas contra el incipiente periodismo. En esas primeras censuras se “prohibía divulgar noticias (que ‘ofendieran’) bajo pena de ir a las galeras, y a veces la muerte y confiscación de bienes”.
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