La Junta llora la muerte del eterno ‘Médico del pueblo’

Crónica

-El 50 por ciento de los habitantes de la tierra donde nació Diomedes Díaz, eran compadres, comadres y ahijados de Leandro Sierra Acosta. El hombre querido que falleció en Valledupar siempre atendió gratuitamente a los enfermos por más de 60 años-

Por Juan Rincón Vanegas
@juanrinconv

La tristeza y el llanto rondan por los cuatro puntos cardinales de La Junta, La Guajira, por la muerte de Leandro Sierra Acosta, ‘El medico del pueblo’, ese que entregó toda su vida a servir y a curar, apostolado que le sirvió para tener el aprecio de todos, especialmente de Diomedes Díaz, quien lo consideró su segundo padre. Además, lo mencionó en 17 ocasiones en sus producciones musicales.
Los hijos de Leandrito: Ricardo, Roberto, Fernando, Jaime Leandro, María Victoria, Humberto Mario y sus 15 nietos, lo describieron de la mejor manera por su bondad, carisma, amor, don de servicio y total entrega a su familia, de la que vivía orgulloso.

Leandro Sierra, junto a Diomedes Díaz, se graduó de Bachiller Honoris Causa en el año 1993


Leandrito, como era conocido, en todas sus charlas no dejaba de mencionar a Diomedes Díaz, a quien curó siendo muy niño, lo ayudó en la etapa donde iba tomando vuelo y siguió de cerca su camino hasta verlo triunfar.
En una de esas ocasiones señaló sobre ‘El Cacique de La Junta’. “Él me quiso mucho, sus triunfos los sentía como míos y su muerte para mí fue muy dolorosa porque lo conocía como las palmas de mis manos”.
Leandrito, vio las primeras luces en La Junta, La Guajira, el 17 de enero de 1931, siendo el séptimo de los doce hijos del hogar conformado por Leandro Sierra Cataño y Felicia Acosta Martínez, y ejerció por más de seis décadas como médico empírico y sin cobrarle consulta a sus paisanos. Siempre fue considerado el apóstol de la salud en el sur de La Guajira.
Todos los días se desplazaba para salvar vidas estrechando trochas en su Willys carpado color verde modelo 53, y lo único que recibía era el agradecimiento general, constituyéndose en su mayor premio.

Willys Jeep 1953

Señor bachiller

El médico del pueblo, ese mismo que recorría el paisaje acogedor rodeado de montañas, tunas, cardones, magueyes y árboles frondosos, la tarde del día miércoles primero de diciembre de 1993, exactamente en el Colegio Nacionalizado Hugues Manuel Lacouture de su pueblo La Junta, fue exaltado como Bachilleres Honoris Causa, título que recibió al lado de Diomedes Díaz. Los dos llegaron vestidos de saco y corbata a recibir ese diploma y recordaron esos años maravillosos y de cantos vallenatos.
A Leandrito le correspondió tomar la palabra, agradeciendo a la institución educativa y felicitando a los nuevos bachilleres.
“Este reconocimiento es la mejor medicina para el corazón y en la vida hay que ser un luchador para llegar a esta instancia”, dijo con la emoción a la máxima potencia.
Ese día se volvió a abrazar con Diomedes Díaz, sellándose nuevamente ese cariño, afecto y familiaridad entre dos hombres que supieron que en la vida hay cosas del alma, que valen mucho más que el dinero.
En esa ceremonia se exaltó al hombre que tenía diagnósticos acertados, recetas precisas, que era admirado y respetado por los más afamados médicos que tuvieron referencia de sus procedimientos y aciertos.
Su encuentro con la medicina sucedió con la prematura muerte de su padre cuando contaba con 15 años tomando la decisión de salir de La Junta para radicarse en Valledupar, donde alternaba sus estudios con el trabajo que había conseguido en la farmacia Bogotá, propiedad de Carlos Benavides, un prestigioso médico quien identificó en el joven guajiro el gusto, la dedicación y una gran facilidad para preparar medicamentos, habilidad que se reflejó en la fama que adquirió y que le valió ser llamado a trabajar en la farmacia Tropical de Fundación. Madalena Transcurrieron pocos años para que su renombre llegara hasta Barranquilla, donde fue contratado por la farmacia Vida.
Pensando en devolverle a su región los conocimientos adquiridos aceptó trabajar en el hospital Rosario Pumarejo de López de Valledupar, en el área de farmacia, y terminó como ayudante de los médicos cuando se practicaban cirugías.
Para esa época, ya era conocido y gracias a la cercanía con su pueblo La Junta, sus viajes eran frecuentes, desplazamientos que facilitaron el noviazgo con una de las mujeres más hermosas e inteligentes del pueblo, María Teresa Gutiérrez Maestre, con quien decidió casarse y formó un hermoso hogar.
Por la carencia de un médico en el pueblo, le tocaba prestar primeros auxilios, pero también servía como ginecólogo, traumatólogo, neumólogo, pediatra e internista, labores donde sus amplios conocimientos le permitieron hacerlo con decoro y lujo de detalles.
No contento con su accionar como médico, Leandrito decidió incursionar en la política, lanzándose como candidato al Concejo del municipio de San Juan del Cesar, logrando resultados positivos que le permitieron mantenerse en el cabildo durante diez periodos.
Actuando como concejal consiguió que ‘El Salto’, principal sitio turístico de La Junta, tuviera mayor concurrencia gracias a la gestión de los recursos para construir una escalera en concreto, así como el bulevar en la calle ancha de la población. También se desempeñó como Jefe de Asuntos indígenas de La Guajira actuando con eficiencia y responsabilidad.

Leandrito Sierra, ‘El médico del pueblo’, entregó su vida al servicio de su pueblo

El eterno Adiós

‘El médico del pueblo’, uno de los máximos e indiscutibles representantes de La Junta, La Guajira, formó parte de una generación que marcó huellas imborrables en la región y cuyo aporte en las áreas de la política, el folclor y la salud han permitido que sea un pueblo lleno de historia y riqueza cultural.
En el adiós de la vida de Leandrito Sierra Acosta, el querido padre, abuelo, amigo, compadre, padrino y paisano es preciso mencionar la frase dicha por Diomedes Díaz, esa que llega justo a tiempo: “Los hombres buenos cuando mueren del cielo nos miran todos los días”.

BLOG DEL AUTOR: Juan Rincón Vanegas

HOSPITALIZADO EN VALLEDUPAR,” LEANDRITO EL MÉDICO DEL PUEBLO”

Leandro Sierra Acosta, Se encuentra internado en una clínica de alta complejidad en la ciudad de Valledupar, el exconcejal de San Juan del Cesar, Leandro Sierra Acosta, reconocido en toda la comarca como ‘ElMédico del Pueblo’, así lo bautizó ‘El Cacique de la Junta’, Diomedes Díaz.
Sierra Acosta de 89 años de edad, ingresó al centro asistencial con una insuficiencia respiratoria pulmonar y el diagnóstico actual, es positivo para covid-19, así lo indicó el INS.

Leandro cuando era joven trabajó en la farmacia Benavides en Valledupar y el propietario se lo llevó para Barranquilla, en donde también siguió laborando. Ahí conoció sobre la medicina, especialmente en las enfermedades de los menores y su tratamiento.
Al regresar a su pueblo, el corregimiento de La Junta, San Juan del Cesar, en donde no habían facultativos que pudiesen diagnosticar las enfermedades de los infantes, se vio abocado a brindarle sus conocimientos a los niños de esa época en los años 50.

En su vida política fue concejal de San Juan del Cesar durante 10 años, logrando obras importantes para este corregimiento, pero su mejor obra la posee por su don de sanidad, sin cobrarle un peso a sus paisanos, ha sido sin duda, ese boticario el verdadero médico del Pueblo que cura al enfermo de manera gratuita.
Indica su hijo Roberto Sierra, quien es médico, que resulta inexplicable que se haya infectado, puesto que en el poblado de la Junta, la infección no había llegado.

Diomedes y Leandrito

Precisó que su padre manifestó tener un resfriado, «porque se bañó a las 5:00 de la mañana en un aguacero que cayó en La Junta entre el 5 y 6 de junio».
Manifestó que se encuentra desde el día jueves hospitalizado, porque presentó una neumonía, pero ha ido evolucionando satisfactoriamente. «Ha ido mejorando ante su estado crítico».
Inmediatamente, los guajiros se enteraron de la situación, se han solidarizado con Leandro Sierra, quien por su don de gente se ha dado a conocer en toda La Guajira y sus alrededores.

Ronal Gómez García es uno de los guajiros que le pide al médico de lo Divino, «nuestro padre Celestial, que cubra de Salud y conserve a Leandrito Sierra y libre prontamente de este virus al Médico del pueblo y su Familia».
Desde la distancia le enviamos un saludo fraterno y los mejores deseos para una pronta mejoría al gran Leandrito Sierra y siendo conocedores de su gran fortaleza, la cual lo ayudará a salir adelante, superando esta enfermedad, pronto estará en su pueblo natal, La Junta, manifestó el dirigente político José Medina Romero.

El señor Leandro es un referente de la gente honesta y servicial. Ruego al Todopoderoso lo recupere de esta enfermedad y lo regrese al seno de su hogar para que continúe en disposición de servicio, como ha sido su legado desde siempre, indicó Alberto Durán Ariza, diputado.

Con información de La Guajira Hoy. Com

‘Leandrito’, el eterno médico de La Junta

NOTA TELEREVISTA HOY LEANDRO SIERRA ACOSTA EL MEDICO DEL PUEBLO

 

Después de muchos años de trasegar por la vida, Leandro Sierra Acosta volvió a radicarse en su pueblo natal, La Junta. Ha ejercido por más de seis décadas como médico empírico, sin cobrarle consulta a sus paisanos.

Sus diagnósticos acertados y recetas precisas, son admirados y respetados por los más afamados médicos que han tenido referencia de sus procedimientos.

‘Leandrito’, el que vio las primeras luces en La Junta, el 17 de enero de 1931; el séptimo de los doce hijos del hogar conformado por Leandro Sierra Cataño y Felicia Acosta Martínez, es un hombre que hace parte de la historia del sur de La Guajira.

Vocación por la salud

\Luego de la prematura muerte de su padre, y al cumplir 15 años de edad, ‘Leandrito’ tomó la decisión de salir de La Junta y se radicó en Valledupar, donde alternaba sus estudios con el trabajo que había conseguido en la farmacia ‘Bogotá’, propiedad del doctor Benavides, un prestigioso médico quien identificó en el joven guajiro el gusto, la dedicación y una gran facilidad para preparar medicamentos, habilidad que se reflejó en la fama que adquirió y que le valió ser llamado a trabajar en la farmacia ‘Tropical’ en el municipio de Fundación. Transcurrieron pocos años para que su renombre llegara hasta Barranquilla, donde fue contratado por la farmacia ‘Vida’.

Pensando en devolverle a su región los conocimientos adquiridos acepta la invitación del entonces director del hospital ‘Rosario Pumarejo de López’ en Valledupar, quien lo nombra en el área de farmacia, y terminó como ayudante de los médicos cuando se practicaban cirugías.

Cuando inició su apostolado en la salud, Leandro Sierra se trasladaba por las trochas estrechas en su Willy carpado color verde modelo 53, para salvar vidas.

Para esa época, ya era famoso y conocido como ‘Leandrito’. Gracias a la cercanía con su pueblo La Junta, sus viajes eran frecuentes, desplazamientos que facilitaron el noviazgo con una de las mujeres más hermosas e inteligentes del pueblo, María Teresa Gutiérrez Maestre, con quien decidió casarse y formó un hogar de seis hijos que ya le han dado 14 nietos.

‘El médico del pueblo’

Leandro Sierra Acosta es un hombre trabajador, honesto, humilde y servidor; siempre ha prestado sus servicios en forma gratuita, a cualquier hora del día o de la noche. Cuando inició su apostolado en el campo de la salud, se trasladaba por las trochas estrechas y llenas de escalerillas en su carro Willy carpado color verde modelo 53 a salvar vidas.

Por la carencia de médicos en la época, le tocaba prestar primeros auxilios, pero también servía como ginecólogo, traumatólogo, neumólogo, pediatra e internista, labores donde sus amplios conocimientos le permitieron hacerlo con decoro y lujo de detalles.

No contento con su accionar como médico, ‘Leandrito’ decidió incursionar en la política, lanzándose como candidato al concejo del municipio de San Juan del Cesar durante el gobierno del general Rojas Pinilla, logrando resultados positivos que le permitieron mantenerse en el cabildo durante diez periodos.

Actuando como concejal, consiguió que ‘El Salto’, principal sitio turístico de La Junta, tuviera mayor concurrencia gracias a la gestión de los recursos para construir una escalera en concreto, así como el bulevar en la calle ancha de la población. También se desempeñó como Jefe de Asuntos indígenas de La Guajira actuando con eficiencia y responsabilidad.

Amigo eterno de La Junta

Hoy, a sus 83 años, goza de buena salud y buena memoria, es un excelente anfitrión, acompañado de su esposa María Teresa.

Su mayor sufrimiento lo vivió en la reciente época de violencia, cuando grupos armados que incursionaron en La Junta, lo obligaron a marcharse del pueblo; y aunque fue uno de los últimos en salir, luego de dos años regresó feliz y confiado a una población que es su vida y su alegría.

‘El médico del pueblo’, es hoy el máximo e indiscutible representante que aún vive en La Junta; donde formó parte de una generación que marcó huellas imborrables en la región y cuyo aporte en las áreas de la política y la salud han permitido que La Junta sea un pueblo lleno de historia y riqueza cultural.

diomedes-y-leandritoEl amigo de Diomedes
Otra de las facetas de este ilustre ciudadano guajiro es su amistad con el fallecido cantautor, Diomedes Díaz, que lo bautizó como ‘El médico del pueblo’.

“La verdad es que en Carrizal conocí a Diomedes desde muy niño, de edad de 10 años, aproximadamente, y desde siempre fuimos muy amigos, incluso decía que era su segundo papá. Desde muy niño fue trabajador y muy apegado a sus padres que lo levantaron con su trabajo.

Diomedes, ya venía con lo de querer ser cantante, y mucho que le costó para demostrar su talento. Comenzó como compositor y después, ya como cantante. Puedo decir que ese amor por el folclor vallenato se lo inculcó su tío Martín Maestre”.

Leandrito cultivó una gran amistad con el fallecido cantautor, Diomedes Díaz, que lo bautizó como ‘El médico del pueblo’.

 

Leandro Sierra recordó esas historias del artista que como lo indica “ha sido el mayor cantante de vallenatos del mundo” y que nadie pensó que llegara tan lejos.

“A Diomedes cuando se enfermaba de gripa, diarrea o de otra cosa sus padres, Rafael y Elvira, gente honrada y trabajadora, me llamaban para que lo viera y lo curara. De ahí surgió esa amistad sincera y grata que nunca acabó. Solo la muerte nos separó”. Diomedes saludó a Leandrito en 17 ocasiones en las distintas producciones musicales.

Cuenta que cuando Diomedes comenzó a desplazarse a Valledupar para estudiar y arrancar con su carrera musical Leandrito fue su apoyo constante. “Siempre que iba a viajar a Valledupar o para otra parte llegaba a mi casa. Me pedía el pasaje o lo mandaba con mi hermano King Sierra, quien tenía un carro mixto, de carga y pasajeros”.

Leandrito, de igual manera destacó el talento de su verdadero amigo Diomedes, y dijo que lo que se ganó, principalmente su fanaticada, fue con esfuerzo, dedicación y carisma.
Entre los cientos de recuerdos está la vez que junto con Diomedes fue declarado en la institución educativa Mugues Manuel Lacouture, como Bachiller Honoris Causa. “Ese día fue glorioso al recibir el diploma al lado de Diomedes Díaz, del que nunca me cansaré de admirar porque si lo conocí de verdad, verdad. Era amigo de esos que ya no vienen”.

Por Hermes Francisco Daza | El Pilón |27 septiembre, 2014

‘Leandrito’, el eterno médico de La Junta

diomedes y leandrito
‘El médico del pueblo’ formó parte de una generación que marcó huellas imborrables en su tierra La Junta y en el sur de La Guajira.

Después de muchos años de trasegar por la vida, Leandro Sierra Acosta volvió a radicarse en su pueblo natal, La Junta. Ha ejercido por más de seis décadas como médico empírico, sin cobrarle consulta a sus paisanos.
Sus diagnósticos acertados y recetas precisas, son admirados y respetados por los más afamados médicos que han tenido referencia de sus procedimientos.
‘Leandrito’, el que vio las primeras luces en La Junta, el 17 de enero de 1931; el séptimo de los doce hijos del hogar conformado por Leandro Sierra Cataño y Felicia Acosta Martínez, es un hombre que hace parte de la historia del sur de La Guajira. Seguir leyendo «‘Leandrito’, el eterno médico de La Junta»