Agresión

AGRESIÓN
Abrumador alud de injustificados reclamos
Cuál flechas lanzadas quemantes ruidosas
Con detestables rostros se blanden filosas
Impotente se agita el alma, tiemblan las manos.
La avalancha vociferante el tiempo degrada
El corazón arrinconado de tribulación reboza
De agravios sangra el oído, muere la rosa
Mientras triste y desolada al Divino clama.
El Bendito emerge en sutil abrazo
De rutinaria agresión logra rescatarla
Le dice ¡libérate de esporádicas dádivas!
Mientras compasivo la toma en sus brazos
Pero ya está cansado de tanto salvarla
Del torrencial río de sus propias lágrimas…

Yolaida Padilla Vásquez
San Diego, enero 21 /2020