Un bolero azul


“Chabuco” pasea el vallenato por varios países del mundo con distintos estilos musicales

“La añoranza más grande de mi vida es volver a caminar por las calles de mi viejo Valledupar, la nostalgia por la ausencia de mi padre, el deseo de ir al río Guatapurì, bañarme bajo un aguacero, jugar a “la lleva” con mis amigos de infancia, disfrutar al lado de mi familia”

Por Giomar Lucía Guerra Bonilla

Jesús Martínez Acosta conocido en el mundo artístico como Chabuco, nació en Valledupar, ha incursionado con innovaciones de su música natal armonizando sus producciones entre sus raíces vallenatas y trabajos en los que explora sonidos de otras culturas musicales. Es así como nuestro artista irrumpe con el flamenco. Su álbum” De ida y vuelta” fue grabado con un exintegrante de Ketama un grupo musical español de flamenco.

Desde niño exploraba diferentes sonidos, buscaba hacer una música de colores. Seguía los gustos melodiosos de su padre el reconocido guitarrista Hughes Martínez, con quien escuchábamos lo mejor de la música latinoamericana: Pablo Milanés, Rubèn Blades, Òscar de León entre otros muchos. Era una época en que se deleitaban oyendo y bailando boleros, variados ritmos cubanos. Este legado me inspiró para hacer un vallenato de colores, la que en esos momentos se interpretaba en guitarra y es con este instrumento como se da a conocer en el Colombia y en varios países latinoamericanos. «Soy lo que soy por las madrugadas allá en mi casa, por las parrandas que mi papá hacía con Escalona, Colacho, Diomedes y otros; por la brisa, el palo de mango y todo eso. Es un talento natural.”Esa es la única herencia que yo tengo.” De estas vivencias nació la idea de hacer un vallenato con aires del mundo

La Habana en cierta forma es por donde debí comenzar, La cubana es la música que siempre tuve más cerca. Con ella me criaron. Me siento de ahí, conocedor de los ritmos, porque fueron años estudiándolos.

Pero hice primero algo con flamenco, con sonido latín jazz de Nueva York, bossa nova y samba. Asì manera revivì canciones de reconocidos juglares de la música vallenata. Por eso no la consideró extraña, sentí su música familiar y muy cerca a mis sentimientos, por eso no resulta extraño que Chabuco nos esté interpretando “Un Bolero Azul”, es una canción rubricada por esa nostalgia que lo acompaña con arreglos de cuerdas, es para escucharla y escucharla hasta derramar una lágrima. Tiene ese sonido tradicional que le da una atmósfera gloriosa y tierna propicia para el amor. Es la mejor dedicación que le puedes hacer a la persona que amas.

Dice que “este disco nació con la idea de crear una producción que sonara como en los años 50 “.La composición es del cubano Jorge Luis Piloto, grabada en mi voz con la participación de músicos cubanos. «Él me dijo: ‘Tengo una canción que no he dado a nadie, creo que tú puedes contribuir a darle la interpretación que es’, y la verdad me conmovió mucho. Al inicio él dirigió la voz en Miami. El disco fue grabado en Cuba, tocando en bloque todos tocando a la vez, dirigido por ‘Chucho’ Valdés. Mi permanencia musical en la mencionada ciudad, la considero «increíble», no extrañé nada: «Tengo amigos músicos por todo el mundo y allá conservo un hermano llamado Horacio ‘El Negro’ Hernández que es uno de los mejores bateristas de latín jazz del mundo. Estuve con mucha gente amante de la música, todo fluyó muy bien».

Así inicia la etapa titulada Chabuco en La Habana, con el que se da a conocer al público. Un bolero azul es una composición del cubano Jorge Luis Piloto, tiene ese sonido clásico que le da una ambiente de grandioso al amor, interpretada en la voz de nuestro reconocido cantante. Es así como aborda contenidos semejantes a los de esta producción discográfica, al incluir algunas de sus composiciones inéditas, pasajes sobre el amor en La canción la vida es como un son y con otros contenidos como en el Valle de ayer, un homenaje a Valledupar, la cual rememora en sus vivencias. Chabuco comenta en una de sus entrevistas, “…a veces me levanto y algún olor me hace añorar cuando estaba niño; por ejemplo, la tierra mojada, bañarme bajo un aguacero. Entonces comienzo a pensar en esos recuerdos, también en las canciones de los juglares. Una nostalgia que me hace preguntarme ¿dónde andará ese Valle de ayer?

Hice un disco con la idea de que sonara como en los años 50: Chabuco. Foto: Colprensa

BLOG DE LA AUTORA: Giomar Lucía Guerra Bonilla

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