(El último cazador de tigre en Mariangola).
I
Yo soy Inocencio Flores
el jinete de mi sombra,
como el poeta me nombra
soy rey de los cazadores.
De padres agricultores
yo nací en tierras paseras
y en las playas veraneras
de ese pueblo yo crecí,
a Mariangola me fui
en una tarde cualquiera.
II
Yo descumbré matorrales
donde nadie había llegado,
y conocí en mi sembrado
el viento de los maizales.
Yo también hice corrales,
fui jinete y gran vaquero,
buen amigo y compañero
y cultivé la honradez.
El que camina al revés
nunca llega de primero.
III
Al tigre lo perseguía
los lunes de madrugada,
con rula bien afilada
y mi escopeta salía.
Dos perros mi compañía,
un sombrero y mochilón;
yo me jugaba el honor
vida o muerte era el tropel.
Del Mono Ochoa y Pretel
aprendí a ser cazador.
IV
Pero el miedo nunca fue
alguacil de mis sudores,
yo respeté los valores
por ser un hombre de fe.
Siempre yo me acompañé
del Santo Poder Divino,
caminaba con buen tino
en terrenos pedregosos,
y apartaba los tramposos
muy lejos de mi camino.

BLOG DEL AUTOR: José Atuesta Mindiola