
Por José Atuesta Mindiola
I
Un arrullo matinal
de la madre naturaleza
bendecida de belleza
del Caribe tropical,
La Paz su tierra natal
cuna hermosa del folclor.
Ella sonrisa de flor
en cristal de sinfonía:
Marina Arzuaga Mejía,
musa del compositor.

II
En su pueblito nativo
ella adornaba el paisaje,
la casta de su linaje
admiración de motivos.
Comenzaba el año lectivo
en el Liceo Celedón
con una lírica canción
Escalona se despidió,
y ahí empieza entre los dos
la fiesta del corazón.
III
Cuando unen sus sentimientos
por la tradición cristiana,
ella feliz se engalana
y el poeta vive contento.
De esos bellos momentos
seis hjos dicen presente;
él enamorado ferviente
con alma de colibrí:
el trovador es así
busca agua en otra fuente.

IV
Del amor hizo un altar
con su Escalona querido,
y nunca alcanzó el olvido,
nunca lo pudo olvidar.
‘La creciente del Cesar’
sus canciones preferidas,
‘La Maye, La despedida’,
y ‘La Casa…’ de Ada Luz.
Llegó hasta la senectud
dando gracias a la vida.
BLOG DEL AUTOR: José Atuesta Mindiola