Por José Atuesta Mindiola

I
Versos del amor-amor
y el Festival idolatro,
la versión cincuenta y cuatro
ya se siente en esplendor.
Honor al compositor
Rosendo Romero Ospino
un trovador del camino,
poeta villanuevero,
de la dinastía Romero
con soles de pergaminos.
II
Aromas de cafetales
rodeaban su humilde lecho,
también camelias y helechos
y verdes cañaduzales.
Los caminos vegetales
huellas de su travesía
en la fértil serranía
con sus padres y hermanos,
por tradición son serranos
y músicos por dinastía.
III
Su abuelo fue acordeonista,
también de nombre Rosendo
llega y se queda viviendo
en Villanueva, optimista.
Un hijo suma en su lista,
Escolástico Romero
el musico pregonero
de la familia en concierto:
padre de Israel y Norberto
y Rosendo el gran trovero
IV
Rosendo de luz sonora
cual estrella de Belén,
‘La Custodia del Edén’
fue la puerta de su aurora.
Los minutos de las horas
en celeste Fantasía,
Romanza en epifanía,
Navidad en los senderos,
La Mirla con los luceros
en noches de melodía.

Graciela Morillo, Jose Atuesta, La Diosa de la Sierra, Tomás Dario y Rosendo Romero.

Rosendo-Romero
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BLOG DEL AUTOR: José Atuesta Mindiola