I
Cuando el amor nos arriva,
el corazón se entusiasma,
el rojo inunda el alma
y a los amantes motiva.
Mas la tristeza nociva,
de colores muy oscuros,
nos construye duros muros,
que solo la verde esperanza
derriba, con la templanza
de amores de bronce, puros.
II
El odio y el negro rencor,
hermanos del infortunio,
opacan el plenilunio
del blanco de luna en flor.
El amanecer con su albor,
con amarillo ilumina
y la visión nos afina,
dándole al alma su barniz,
de felicidad sin tamiz,
que el rojo siempre domina.
III
El púrpura en los sepulcros,
es el rey indiscutible
y el azul el combustible,
de pensadores muy pulcros,
que no hablan de los sepulcros
y enaltecen los colores,
que embellecen a las flores.
Y del mar poemas escriben,
que en el alma nos prohíben
cultivar malos humores.
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BLOG DEL AUTOR: Alberto Lacouture