La Inolvidable Sonora Matancera

En plena actividad en Las Vegas, Nevada (Estados Unidos), la Sonora Matancera está celebrando este año su 95.º aniversario de existencia y sigue tan campante. Cuando se pensaba que iba a desaparecer, a raíz del fallecimiento de su director Rogelio Martínez en el año 2001, sus herederos resolvieron continuar con ella, y escogieron la ciudad que nunca duerme como su sede permanente.

Según Guinness, es la orquesta más antigua del planeta, y la que congregó el mayor número de asistentes a un concierto, que se celebró a cielo abierto, en Santa Cruz de Tenerife en 1987. La Sonora Matancera constituye un caso único de vigencia musical en el mundo, según el criterio de historiadores como Héctor Ramírez Bedoya, José Portaccio Fontalvo y el novelista Umberto Valverde. Ellos recogen en sus obras la trayectoria de este elenco de solo nueve integrantes, que se convirtió en un ícono de la cultura popular sin fecha de vencimiento a la vista.
Según ellos, se fundó el 12 de enero de 1924, en Matanzas (Cuba), por iniciativa de Valentín Cané, que tocaba el tres, en la propia sala de su casa, con el nombre de Tuna Liberal.

En 1927, la agrupación viajó a La Habana, con dos cantantes más, Carlos Díaz Caíto y Rogelio Martínez, pescador y cocinero de profesión, respectivamente. Allí, debutaron en el teatro Alhambra y grabaron sus primeros acetatos en 78 r. p. m. con la RCA Víctor. En 1929 ingresó José Rosario Chávez ‘Manteca’ por Manuel Sánchez, ‘Jimagua’ (timbalitos). En 1935, Calixto Leicea reemplazó a Ismael Goberna. En 1937, Miguel Ángel Furias, ‘Yiyo’, se hizo cargo de la tumbadora.

Bienvenido Granda se vinculó a sus filas en 1942, para convertirse en el crooner de planta de la orquesta y en el cantante que más grabó con ella, y, en 1944, se completó esta nómina fantástica con la llegada de Lino Frías, en el piano, y Pedro Knight, en la segunda trompeta.

Sus sucesos más memorables en esa época fueron: el providencial encuentro con Daniel Santos, que les trajo la prosperidad económica en 1948, que les significó ganar en una semana lo que antes recibían en seis meses.

“La Sonora era un conjunto musical con un estilo distinto, pero le faltaba un cantante que encajara con su música”, confesó el ‘Inquieto Anacobero’, en una entrevista, publicada en el libro La memoria de la Sonora Matancera (1997).

Y, por último, llegó la inigualable Celia Cruz en 1950, la guarachera de Cuba, la de mostrar tanto en la isla como en el exterior, responsable de sus más altos índices de ventas con títulos como Burundanga, Juancito Trucupey, El yerbero moderno y el bolero Tu voz, entre tantos otros.

Pero mientras sus integrantes poco fueron objeto de cambios, al menos durante su estadía en la isla, los vocalistas que pasaron por allí sí que constituyeron una multitud, desde los más encopetados hasta los más humildes, llevando de por vida ese gran honor. “Cantar con la Sonora Matancera o siquiera grabar un tema con ella era el pasaporte que le daba vía libre al mundo de la farándula”, acota Portaccio en su libro Ochenta años de la Sonora Matancera (2004).

Desde los inmortales Daniel Santos, Bienvenido Granda, Celia Cruz y Nelson Pinedo, entre otros, que grabaron decenas de discos, hasta los que tan solo pudieron grabar uno o dos, como fueron ‘Chito’ Galindo y nuestra compatriota Gladys Julio, estuvieron igualmente orgullosos por el resto de sus vidas. Los especialistas coinciden en una cifra cercana a 62 los cantantes que pasaron por la Sonora.

Héctor Ramírez Bedoya, uno de los más entendidos en la materia, en su Historia de la Sonora Matancera y sus estrellas (1996), disiente en ese punto, pues distingue entre los que grabaron y los que simplemente fueron acompañados en presentaciones: 47 que pasaron por el estudio de grabación, de los cuales 11 fueron mujeres, 26 cubanos, 11 puertorriqueños, 2 colombianos, 2 argentinos, 2 mexicanos, una haitiana, un venezolano, un uruguayo y un nicaragüense. Para un total de 1.063 grabaciones, 380 de ellas, boleros.

Son varios los argumentos que se esgrimen para explicar su prolongada vigencia en el gusto popular. Coinciden en la figura de su director, Rogelio Martínez, motor de esta organización, quien con pulso férreo la llevó al sitio de honor que ocupa. Y a un sexto sentido que poseía, de saberles escoger los temas a los cantantes, según la tesitura de sus voces.

Al ser indagado Nelson Pinedo sobre el tema, explicó: “Porque manejar a cubanos, que de por sí son irreverentes y te tutean desde el saludo, es muy complicado”.

También contribuyeron un mago de la consola, Medardo Montero, que inventó técnicas nuevas de grabación; el arreglista Severino Ramos, cuyas fórmulas musicales jamás repetía en cada partitura y que adaptaba a la personalidad de cada vocalista y, por último, a un valor agregado que no tiene precio: la fidelidad a toda prueba de sus integrantes, que no fueron cambiados al menos durante el tiempo de su permanencia en la isla. Por esos motivos impuso un formato único: el formato de la Sonora, que rápidamente hizo escuela.

En ella abrevaron varias generaciones de músicos. Y fue así como el formato fue copiado en muchas latitudes.

Como en un acto de magia, comenzaron a brotar por doquier la Sonora Mexicana, la Sonora Malecón, en Puerto Rico. En Venezuela, la Sonora Caracas. En Colombia, la Sonora Tropical, de Juancho Esquivel; la Sonora del Caribe, de César Pompeyo; la Sonora Silver, de Lucho Bermúdez, y la Sonora Antillana, de Edmundo Arias y la Sonora del Norte con Cheo Paba.

Con la particularidad de que todas ellas pudieron grabar al menos un disco de larga duración. En el caso de Colombia, acompañadas por el recién llegado Bienvenido Granda.

Por último, no podemos dejar de mencionar a la Sonora de Lucho Macedo en Perú, que resultó ser la más exitosa de todas.

Con el ascenso de Fidel Castro al poder, en 1959, por desavenencias con el régimen, la Sonora viajó a México el 15 de junio de 1960, para no retornar jamás. Este hecho partió en dos la historia de la agrupación.

Dejaron atrás los apegos del terruño y su zona de confort, y se enfrentaron por primera vez a los desafíos del extranjero, donde no eran escuchados con los oídos del distante ayer, pues parecía que el sonido no era el mismo, inconfundible, que habían conseguido en los estudios de grabación de Radio Progreso.

En el país azteca ya no contaron con el percusionista Simón Domingo Esquijarroza, ‘Minino’, que regresó intempestivamente a la isla, dejando los timbalitos bajo el cuidado de Manuel Muñoz, ‘Papaíto’, hasta cuando el grupo se radicó definitivamente en Estados Unidos, en 1962.

En 1965 se fueron Celia Cruz y Celio González, y un año más tarde finalizó el contrato con la Seeco, que los llevó a crear su propio sello, MRVA, con otra nómina de cantantes que trajeron un nuevo aire al conjunto. Con la salida a regañadientes de la insustituible Celia Cruz, se vinculó por primera vez, a un ramillete inusitado de vocalistas femeninas, representado por Linda Léida, la colombiana Gladys Julio y la soprano Kary Infante. En 1967 se retiró Pedro Knight y fue reemplazado por el dominicano Emilio Aracena ‘Chiripa’, que siguió hasta 1971.

La agrupación se fue alejando definidamente de sus derroteros iniciales y ya no tuvo el sonido primigenio. En 1971 ingresó Eladio Peguero, ‘Yayo el indio’, como cantante de planta.

En 1976 se retiró su pianista insigne Lino Frías, aquejado por la artritis, y fue sustituido por Javier Vásquez, hijo del fundador Pablo Vásquez, ‘Bubú’, y tuvieron la oportunidad de pasarse a la nueva tecnología del piano y el bajo electrónicos.

En las trompetas, los cambios son numerosos, que vinieron a detenerse con la inclusión de Alfredo ‘Chocolate’ Armenteros, que permaneció hasta 1980, cuando llegó a suplirlo el dominicano Héctor el ‘Bomberito’ Zarzuela, que a su vez fue relevado por Félix el ‘Junior’ Vega.

En ese año se fue uno de los grandes, Ángel Alfonso Furias, ‘Yiyo’, y la tumbadora quedó a cargo de Alberto Valdés. En 1990 falleció el icónico ‘Caíto’, y se vinculó en su lugar Fernando Lavoy, quien murió trágicamente dos años después.

Puede decirse que la Sonora pensó mucho su paso a la salsa, en ese afán de exprimir su formato hasta el agotamiento. Tan solo en 1981, de la mano de La Fania, cuando Johnny Pacheco, su admirador de toda la vida y quien había confesado su inmensa deuda con ella, al momento de fundar su conjunto, la invitó a grabar un álbum para su sello Bárbaro, con los arreglos de Javier Vásquez, acompañados de la voz de su paisano, el matancero Justo Betancur, grabación con la que rompió amarras con el pasado e ingresó en los campos de la triunfante salsa, con un éxito espectacular en las ventas.

En 1984, el elenco volvió a grabar con la voz del boricua Ismael Miranda. Hasta cuando, en 1993, decidieron grabar su última producción con el nombre De Nuevo México, para despedirse por la puerta grande, con corte de rabo y oreja, con ‘Yayo el indio’ como solista.

El resultado fue un gran trabajo, producido nada menos que por la filial latina de la Warner Brothers, en el que, por fin, un estadounidense tocó con la Sonora, el trompetista Ken Fradley.

El 13 de mayo del 2001, al fallecer Rogelio Martínez, se pensó que la agrupación desaparecería, pero Rogelio Martínez júnior decidió continuar, con Javier Vásquez como director. Fue cuando radicaron su sede en Las Vegas, Nevada, para irradiar desde allí su música hacia todo el mundo.

En 2009, la Sonora Matancera grabó su último álbum con el vocalista puertorriqueño Darío Rosado con el sugestivo título de Hay Sonora Pa’Rato, que intentó darles un parte de tranquilidad a todos sus seguidores.

Dueto ‘Bohemia y Son’ llega a alegrar Valledupar

Tatiana Vargas, una saxofonista bogotana de 21 años, y Génesis Morales, una vocalista venezolana de 25 años, son artistas que recorren el país como “mochileras” y que llegaron a Valledupar a mostrar su arte musical en restaurantes, bares y hasta las calles.

Ellas conforman el dueto ‘Bohemia y Son’ que muestra salsas y boleros de una manera diferente a lo que se concibe de la música. “Una salsa se relaciona con una orquesta gigantesca; nuestra intención es mostrarnos como mujeres empoderadas en un formato pequeño”, explicó Vargas.

Subrayó: “Rescatamos esas salsas y boleros de antaño, con letras que valían la pena, que tenía un contexto dedicado para alguien o algo. Hecho totalmente diferente a lo que sucede en nuestra época, donde la mayoría de canciones lo que tienen es ritmo, pero no letra, dejando de lado lo bohemio. Queremos demostrar que como jóvenes podemos hacer parte de la cultura antigua, de la que venimos, la que nuestros padres y abuelos escucharon y se ha olvidado”.

Para Morales: “La idea es mostrar las raíces musicales, no solo es lo que se escucha hoy en día, sino que hay algo detrás de ello que queremos recuperar”.

También anotó que esa iniciativa da muestras que no importa la nacionalidad a la hora de hacer y fusionar música, argumentando: “Nuestros lugares de orígenes no importan porque tenemos la capacidad de ser buenas personas y buenos músicos, exhibiendo las fortalezcas de cada una”.

ACERCA DE LAS ARTISTAS
-Génesis Morales es una cantante y poeta venezolana radicada en Colombia; entre vida, música y versos han nacido ‘Amores de estar viva’, ‘Diario de pasiones’, ‘Difícil, pero no imposible’, piezas que van desde poemas recopilados durante 10 años. Con su imponente voz ha dejado huella en cada sitio respaldada por un repertorio musical que ahora se transforma y amplía mucho más de la mano de Tatiana Vargas.

–Tatiana Vargas es saxofonista desde hace cinco años, percusionista con 10 años de experiencia, amenizadora de eventos, showgirl de electrosaxo y estudiante de octavo semestre de psicología en la Universidad Minuto de Dios. Ha tocado con la Banda Sinfónica y Orquesta Inem de Kennedy, Uniminuto Orquesta, Uniminuto Cuarteto de Saxos, Juan Grille y su Orquesta, Banda Marcial Instituto el Ingenioso Hidalgo; Orquesta Pachanga y Rumba, entre otras agrupaciones.

POR: ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ / EL PILÓN
annelise.barriga@elpilon.com.co

Hallan muerto a Cherito, de la agrupación The New York Band

Cherito, vocalista de la agrupación The New York Band, fue hallado muerto en su casa esta mañana.

El empresario artistico Ramses Peralta envió un mensaje masivo a sus contactos para notificar que el road manager del artista le informó temprano este miércoles que Cherito amaneció sin vida, aparentemente producto de un infarto mientras dormía.

“Esa es la información que se maneja. Ahora mismo su familia está en trámites de funeraria y demás, no hay información aún de velatorio. Agradecimiento, cariño y dolor siento en este momento”, dijo Peralta.

José Jiménez (Cherito) .

Nació un 23 de agosto del 1971, en Santo Domingo. Desde niño, su padre Chery Jiménez (co-fundador de las agrupaciones musicales “Los Beduinos”, “Los Hijos del Rey” y “The New York Band”) y su abuelo José Jiménez Belén (destacado periodista y escritor de libros) lo encaminaron a educarse musicalmente, al percibir en él notables aptitudes.

Cherito recorrió el mundo interpretando varios éxitos y recibiendo importantes premios, siendo cantante líder de la orquesta “The New York Band”. Cherito junto a The New York Band conquistaron numerables plazas, incluyendo Puerto Rico, Estados Unidos, México, Colombia, Venezuela, España y República Dominicana, y vendieron más de 2.5 millones de discos mundialmente con 10 álbumes en el mercado.

Del año 1998 al 2007, Cherito se dedicó exclusivamente a producir para grandes artistas y desarrollar nuevos talentos. Además, tuvo la oportunidad de co-producir junto al exitoso productor Sergio George.

Desde el año 2000 al 2004, Cherito fue compositor exclusivo de la editora Warner Music Group y en  presidía su compañía de discos Next Step in Music.

El porro, música del Caribe colombiano

ORIGEN DEL PORRO
Nacido y desarrollado en Colombia, principalmente en la costa atlántica o región Caribe (departamentos de Córdoba, Sucre, Bolívar y Atlántico), y luego extendido a otros confines. Es un ritmo muy alegre y fiestero propicio para el baile en parejas. Se ejecuta en compás de 2/4; el mismo del pasodoble y el tango. Pero como tampoco en la música faltan discrepancias, se sostiene que su verdadero compás es el 4/4; el mismo de la samba. Ambos se tocan en lo que se llama “compás partido”, que para algunos es el mismo 2/4.

Una de las teorías existentes sostiene que el porro nació en la época precolombina, a partir de los grupos gaiteros de origen indígena, luego enriquecido por la rítmica africana ( W. Fortich). Más tarde evoluciona al ser asimilado por las bandas de viento de carácter militar, que introdujeron los instrumentos de metal-viento europeos ( trompeta, clarinete, trombón, bombardino, tuba), que hoy se utilizan.
Otra teoría (Guillermo Valencia Salgado), dice que su principal fuente creativa se encuentra en elementos rítmicos de origen africano, principalmente de antiguas tonadas del pueblo Yoruba, que en el Sinú y el San Jorge dieron lugar al surgimiento del “baile cantado”. Por informaciones de tradición oral recogidas por este irremplazable estudioso del folclor, se supo que el porro también se tocó sólo con tambores y acompañamiento de palmas y cantado. Lo mismo que con gaitas y pito atravesado.

La pretensión de darle un lugar único de nacimiento en la costa caribe colombiana, no ha logrado siquiera un mínimo consenso, y quizá nunca se logre.
Según el escritor y cineasta Juan Ensuncho Bárcena, el porro es oriundo de San Marcos del Carate, otros dicen que nació en Ciénaga de Oro (Jony Sáenz), alguien sostiene que es oriundo del Magdalena ( Enrique Pérez Arbelaez), también se dice que nació en el Carmen de Bolívar y de allí migró hacia otras poblaciones de la sabana, hasta llegar al Sinú. También reclaman derechos de paternidad sobre el porro: Corozal en el departamento de Sucre, Momil y San Antero en el de Córdoba.

Estas hipótesis hacen referencia al porro sabanero o “tapao” ya que del “palitiao” se acepta comúnmente que su nacimiento se dio en San Pelayo y para que no haya dudas, se ofrecen lujo de detalles, como los que aporta Orlando Fals Borda: «Nació en 1902, en la plaza principal del pueblo, detrás de la iglesia y debajo de un palo de totumo».

En cuanto al origen de la expresión PORRO se conocen dos hipótesis principales: la de que proviene del porro, manduco o percutor con que se golpea al tambor o bombo y su acción o porrazo (Valencia Salgado) y la que sostiene que es derivada de un tamborcito llamado porro o porrito con que este se ejecutaba (Alquiles Escalante).

VESTUARIO DEL PORRO

La mujer:

Usa falda sencilla hasta la mitad de la pantorrilla con poco vuelo; la blusa es escotada, sin mangas y sin arandelas, toma regularmente colores pasteles, se baila sin velas, los adornos en la cabeza son del gusto de la mujer: peineta, binchas, flores. Para el calzado se utilizan las sandalias o abuelitas (también se usan vestidos enterizos).

El hombre:

Usa pantalón de dril o gabardina, blanco o de colores tierra, con bota recta de talonera o dobladillo, bolsillos delanteros y rejos para ajustarse a la cintura con una correa, camisa blanca manga larga de cuello alto, recta y de puño, guayabera o liquiliqui,

HISTORIA
Antiguamente era una danza suelta, que ha evolucionado hacia el baile de salón, de pareja cogida. En ella no existe coreografía definida, se repiten movimientos circulares con asedio de los hombres a las mujeres, de acuerdo con las oportunidades que cada pareja encuentra.

Fue orquestada y convertida en ritmo popular en la costa norte y al interior del país, sobretodo en Medellín, en donde la gente de barriada le dió un estilo propio, con movimientos corporales altamente influenciados por los ritmos antillanos de la época.

Guillermo Abadía M. En su libro “Compendio General del Folclor Colombiano”, dice “el nombre porro” para algunos se deriva de “porrazo” o golpe de porro que se da en la ejecución musical al tambor llamado bombo o tambora; hay variantes de porro como el “palitia`o” llamado también gaita, completamente lento, otro es el “porro tapa`o” al que también se le llama puya y que se determina porque en su interpretación jamás deja de sonar el bombo y cada golpe que se va dando con la porra es un parche, se va tapando el parche opuesto con la mano para que no vibre mas y a esta presión de la mano se le llama regionalmente “tapa`o”.

Octavio Marulanda en “Folclor y cultura general”, agrega que según Delia Zapata Olivella, el nombre procede de la costumbre de porrear o de bailar en torno a los tambores llamados porros y afirma además, que musicalmente presenta el mismo acento africano de 2/4 y su acompañamiento en la forma primitiva, es igual al de la cumbia, aunque cobra más acentos expresivos con evidentes búsquedas melódicas para dar paso al canto.

El Porro en Medellín

El porro en Medellín tuvo un auge grandísimo En los barrios de Enciso, Caicedo, buenos aires, la milagrosa y muchos más del oriente de Medellín. Estos crearon una forma singular de bailar, hoy en día se ha retomado bajo el nombre de porro marcado el cual es de academia.

Compositores famosos lo han orquestado y proyectado a través de la industria disquera nacional, convirtiéndolo en un ritmo muy popular, no solo en la costa norte sino también en el interior del país donde fue aceptado con entusiasmo en la década del 50. Lucho Bermúdez fue uno de los que lo popularizó rápidamente, sobre todo en Medellín, donde tenia su orquesta y a pesar que esta se desenvolvía a nivel de los clubes de la alta sociedad, su música llegó hasta las barriadas por medio del disco, siendo tomado por la gente popular quien le dio un estilo propio; sus movimientos corporales estaban influenciados notoriamente por los ritmos antillanos que denominaban el ambiente de esa época, como resultado de esto quedó lo que hoy algunos llamarían “porro cachaco”.

El primer festival de porro se realiza el 15 de mayo de 1993, en el barrio Santa Rosa de Lima, sector el Coco. Surge como una necesidad de canalizar y recoger las expresiones culturales populares de los barrios de la Comuna 13 de Medellin.

Hoy, el festival de porro se ha convertido en una expresión social, en un medio que aglutina las practicas creativas y artísticas; lo autóctono y tradicional de la cultura del país. El festival es un espacio para mostrar y confrontar la tendencia expresiva de porro.

Durante 10 años, el festival cultiva, fomenta e impulsa las expresiones folclóricas de la ciudad, el departamento y el país. Por medio de la música y la danza, los artistas han creado y expresado sus valores culturales, aportándole al rescate de lo mas autentico y propio de la cultura de la Sabana Norte de Colombia

En los 10 años, el festival ha mostrado diferentes modalidades del porro, que se practica en los barrios populares de Medellín, son ellos: el porro palitiao o pelayero, el porro tapao y el porro marcado.

Creadores invaluables que han enriquecido el porro a nivel popular, José Barros y Crecencio Salcedo; en especial Crecencio, que no solo aporto su talento, sino que además trato de mantenerlo siempre en su estructura tradicional.

El Porro, género musical por excelencia del Bolívar grande, en su época de mayor auge, fue el ritmo obligado para amenizar las fiestas desde la Guajira hasta el golfo de Urabá. Esto indica que el Porro se dio en toda la Costa.
El maestro Aquiles Escalante dice «que este aire musical fue cantado por grupos negros a orillas del mar, y que su nombre provenía de un tamborcito llamado «Porrito».
Cuando los tambores africanos reciben el aporte melódico de las gaitas y traveseros, este porro negro evoluciona enriqueciéndose con una dulce y añorante melodía. Este es el porro que interpretan las cumbiambas de Córdoba, Sucre, Bolívar y Magdalena, Pero esta melodía que prestan las gaitas es similar a las formas melódicas que se escuchan en la Cumbia, en el porro y en la Gaita, por su compás 2/2 o binario; solamente varía el ritmo.
En Córdoba y en Sucre este porro zambo hace tránsito a las bandas de viento. Aquí en las bandas se enriquece melódica, armónica y rítmicamente. Esto obliga a tomar una estructura diferente, lo cual impulsa al compositor a crearle partes que antes no tenía. Y el hecho de repartir la composición en varios instrumentos se ve en la obligación de darle cuatro partes, que, son:

1. Danza introductiva.
Esta parte es ejecutada por toda la banda,
2. Desarrollo del porro.
Esta parte se desarrolla mediante un diálogo entre trompetas, clarinetes y bombardinos. Las trompetas preguntan, clarinetes y bombardinos responden.
3. Nexo preparatorio.
El diálogo anterior crea en su parte final un nexo rítmico-melódico que desemboca en el recital de los clarinetes.
4. La «Bozá» o recitativo que improvisan los clarinetes.
Se dice que en esta parte se decanta, se amarra, el porro. De ahí la expresión «Bozá», o sea bozal que ata, que amarra.
Esta es la parte más sabrosa del porro pelayero. Y se afirma que un porro sin partes de clarinetes no es porro. En el momento de la «Bozá» no suena el bombo. El ejecutante o bombero solamente palitea una tablita anexada al instrumento.

Estas cuatro partes no las tenía ni el porro negro ni el porro zambio. Es una creación de los compositores pelayeros. Además vemos que una característica de este aire musical es su forma improvisada. Nunca una misma banda repite con exactitud la interpretación de un porro palitiao.
El nombre de porro viene de porrazo. Y dada la ejecución de la porra se tocará un porro tapao o un porro palitiao.
Esta nueva estructura le da al porro una fisonomía distinta que antes no tenía, lo que nos permite decir que estamos en presencia de un nuevo género musical que denominamos Porro Pelayero. Su forma instrumental ha influido en otros ritmos hasta el punto de tenerlo como generador de nuevos aires musicales.

Por eso decimos: el porro pelayero por ser instrumental no debe incluirse la letra, pues no es cantado. Su morfología hace relación a cuatro partes muy definidas: danza introductiva, desarrollo del Porro en sí, nexo preparatorio y bozá o recitativo de los clarinetes.

Se dice que estas partes del porro pelayero expresan nuestra nacionalidad. En la danza introductiva se presienten los bailes cortesanos de la vieja España. La segunda parte responde a las exigencias del bombo, o tambora, instrumento que impone el ritmo africano que lo influye y lo domina. En la tercera parte, cuando los clarinetes dan su recital, la voz tonal de este instrumento nos recuerda el añorante canto de las gaitas indígenas. Es así como entran en nuestro folclor las tres razas que conforman la nacionalidad: el español, el africano y el americano indígena. Otro aire musical colombiano no tiene tan equilibrados los elementos raciales de nuestra cultura, como sí lo tiene el Porro.

Porro Tapao o Sabanero

La diferencia entre esta clase de porro y el pelayero hace relación al procesamiento de la obra musical. Mientras que el pelayero es un porro espontáneo, rural, de interpretación libre y emotiva, donde solamente permanece el tema y varía el arreglo de acuerdo al momento emocional y por la agitación y solicitud de los danzantes, el Tapao o Sabanero exige más cuidado en la interpretación puesto que debe seguir una partitura. Este porro sabanero es urbano, de arreglos fijos y determinantes y admite el baile de parejas cogidas. No permite que se varíe su interpretación. Hace tránsito a la orquesta sin sufrir modificación alguna, a veces posee letra y entonces permite ser cantado.

Publicado por Jhon Alexander Bedoya

Colombia: Esta es tu Música

Por: Alejandro Gutiérrez De Piñeres y Grimaldi

Cuán agradable es para todo colombiano observar a lo largo y ancho de todo el territorio patrio esa riqueza representada en diversidad de cosas invaluables: climas, montañas, agua, paisajes, gastronomía, costumbres, léxico, festividades, ríos y mares y, en fin, una serie de características particulares en este País de Regiones que amamos y defendemos, como el mejor regalo que generosamente nos fue dado por el Creador Supremo. No obstante todo lo dicho anteriormente, existe también un factor que nos hace muy especiales: El Folclor en sus matices y los aires musicales de cada una de las Regiones en las que está dividida Colombia: 1) Región Caribe, 2) Andina, 3) Pacífica, 4) Orinoquia y 5) Amazonía. En lo que respecta al Archipiélago de las Islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, se le tiene como un caso especial.

Desde esta Tribuna se pretende, rendir un homenaje entrañable y de manera cotidiana a compositores e intérpretes de nuestros aires musicales, dado ellos nos representan ante el Mundo entero como los Embajadores por excelencia, de nuestra cultura.

En esta ocasión, todos los lectores de esta columna, van a poder tener una visión muy general, de nuestros aires, desde la Guajira hasta Nariño y el Amazonas hasta el Urabá antioqueño y obviamente a las Islas del Archipiélago ya mencionadas.

Para que no haya discriminación, iremos mostrando por Regiones, sus aires o ritmos más conocidos y a algunos de sus exponentes más representativos:

1) REGIÓN CARIBE
MATA DE CAÑA (Porro en Acordeón)
Autor: Calixto Ochoa Campo
Intérpretes: 3 Acordeonistas: Alfredo Gutiérrez – Ever Paternina y Felipe Paternina

Un verdadero abrebocas constituyen estos fabulosos intérpretes de la música de Acordeón del Caribe colombiano. Escuchar este ritmo cadencioso por excelencia, en manos de tres (3) brillantes exponentes del Porro sabanero, es algo cuyo lujo nos podemos dar en virtud de su calidad interpretativa, su toque original y la unión o convergencia de quienes durante años han construido en muchos escenarios la identidad Caribe, es algo digno de admirar. Alfredo Gutiérrez el mejor Acordeonista de Colombia, sin lugar a dudas, tres veces Rey Vallenato y Primer puesto en un Concurso mundial para escoger al mejor ejecutante de este instrumento. Como él, no ha nacido aún otro con su calidad, digitación y creatividad para la ejecución de toda clase de ritmos. A él se suman otros dos Reyes del folclor Sabanero: Felipe y Ever Paternina (Padre e hijo), cuyas brillantes notas, hablan por sí mismas.

Es importante recalcar que el Porro que se ejecuta en Acordeón es propio de la subregión sabanera, donde ha sido cultivado bajo diferentes formatos (Bandas, Orquestas, Conjuntos de Guitarras, Gaitas, Flautas de Millo y Acordeón), y no forma parte de los aires Vallenatos.

2) REGIÓN ANDINA
LA DE ESTRATO OCHO (Carranga)
Intérpretes: Los Dotores de la Carranga

CARRANGA es un género musical y folclórico, de origen campesino que surgió en la Región Andina colombiana y específicamente en el
Departamento de Boyacá hacía los años 70, cuya autoría se atribuye al Médico Veterinario Jorge Velosa. Su origen radica en el cruce de varios estilos tales como el Merengue campesino, muy propio del altiplano Cundi-Boyacense y de los Santanderes también, la Rumba criolla, el Paseo vallenato y otros géneros como el Bambuco y el Torbellino. En su ejecución se suelen utilizar instrumentos como la Guitarra, el Tiple, el Requinto, la Guacharaca y Voces.

Este estilo musical se destaca comúnmente por la «jocosidad» de los versos interpretados por los artistas, en donde comúnmente se encuentran frases con doble intención, o de consciencia ecológica.
La característica de este género consiste en una trama que identifica, una narrativa que divierte y propone, y unos ritmos básicos que se van consolidando como rumbas y merengues, con muchas variantes cada una.
LOS DOTORES DE LA CARRANGA se llama este Grupo intérprete del tema en mención. Oriundos de La Esperanza, Municipio del Norte de Santander, en la frontera con el Cesar, a tres horas de Bucaramanga. Iniciaron su carrera hace aproximadamente doce años, integrando desde el principio el Bajo eléctrico, la Guacharaca merenguera y las Congas, sin dejar de lado la Carranga del Maestro Jorge Velosa Ruíz, quien es su referente principal.

3) REGIÓN PACÍFICA
MI PUEBLO NATAL
Autor: Jairo Varela
Interpreta: Grupo “Herencia de Timbiquí”

Jairo de Fátima Varela Martínez (Quibdó, 9 de diciembre de 1949 – Cali, 8 de agosto de 2012), fue un compositor colombiano, fundador y Director del Grupo Niche, del que también fue Vocalista. Su primer contacto con la música se produce a los nueve años de edad, en su ciudad natal Quibdó, en donde conformó la agrupación La Timba que en esencia era una dulzaina, un bongó, unas maracas y un güiro.
Gran parte de su vida transcurrió en Quibdó. Hacia la década de 1970, con su madre y su familia, Varela decide cambiar su ambiente y se traslada a Bogotá en busca de nuevos y más sólidos rumbos. Fue Cali la ciudad que finalmente lo acogió como hijo suyo y desde donde se proyectó con su Grupo Niche y su vena de compositor.

Interrogado en una ocasión acerca de la historia que le condujo a la composición de su canción “Mi Pueblo natal”, expresó: “Una vez iba para el Chocó con mi hermano Enrique, a quien prácticamente le debo todo lo que soy, él murió hace dos años, y más allá del Carmen de Atrato, desde la cual se ve la llanura selvática y se alcanza a divisar Quibdó, me vino a la mente esta composición: «A lo lejos se ve mi pueblo natal, no veo la santa hora de estar allá. Se vienen a mi mente bellos recuerdos de infancia alegre, que yo nunca olvidaré, luces de espermas que al fondo se divisan, titilantes igual que estrellas en el cielo, y el ruido incesante del viejo trapiche, sustento eterno de todos mis abuelos». Después entra un estribillo que dice: «Ya vamos llegando, me estoy acercando, no puedo evitar que los ojos se me agüen.

HERENCIA DE TIMBIQUÍ es una formación de once (11) músicos colombianos, oriundos del pueblo de Timbiquí (Cauca), que fusiona sonidos de la Marimba de Chonta, los Cununos y el Bombo folclórico, junto al resto de una Orquesta y Cantantes. Sus inicios fueron en el año dos mil y se integró por músicos afro-descendientes, quienes se dieron a la tarea de retomar el conocimiento musical empírico del Pacífico colombiano y fusionarlo con elementos de la música urbana contemporánea, para así producir una sonoridad centrada en la raíz negra del litoral pacífico colombiano.

4) REGIÓN DE LA ORINOQUIA
YO SOY EL ALMA LLANERA (Joropo)
Autora e Intérprete: Elda Flórez

En la inmensa llanura del Casanare, en la población de Maní, nació en 1969, Elda Flórez, reconocida como” La Voz Recia del Llano”, flor sabanera que perfuma los caminos con su canto.
La canción “Yo soy el Alma Llanera” es un himno de libertad en una Nación donde existe un amplio abanico de opciones musicales, hace sentir que el Llano también es patria; es un canto a la vida que defiende con ardor el derecho a la misma, que exige respeto para las etnias y denuncia adolorida los atropellos a sus semejantes y al paisaje.

ELDA FLÓREZ se dio a conocer a muy temprana edad, en Colombia y Venezuela como intérprete de sus propias composiciones y, desde entonces, goza de la admiración y el respeto en ambos países donde ha obtenido infinidad de galardones. Ha producido cuatro discos de larga duración, con Joropos, Pajarillos y Pasajes de su inspiración.

5) REGIÓN DE LA AMAZONÍA
MADRE SELVA
Autor: Sandro Piaguaje
Interpreta: Grupo Putumayo

êtmayoy (Pronunciación: Butmayoy) significa «lugar donde se bebe agua». De esta palabra nace el nombre «Putumayo». Esta Agrupación musical de la Región Amazónica colombiana, se fundó en 1985 con el propósito de eternizar melodías de su entorno, a través del sonido mágico producido por instrumentos autóctonos.
Su música recrea melodías de la selva, aires colombianos y música andina, muestra clara de diversas influencias musicales que no se apartan del compromiso social con nuestro país y de la realidad Latinoamericana.
El sonido del Grupo Putumayo ha establecido un lazo con la fabulosa obra del Maestro Al. Vivero, un destacado pintor del Arte indígena colombiano, que se traduce en un espacio de convergencia artística y cultural a través de diferentes lenguajes sonoros y visuales.

6) ARCHIPIÉLAGO DE SAN ANDRÉS
INSIDE
Interpreta: Creole Group

La influencia Africana y las sonoridades de las Antillas han incidido para que los géneros musicales que se interpretan en el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, se hayan estructurado con base en una mezcla de ritmos y aires musicales variados como lo son el Reggae, la Socca, y otros más. A todo ello, podemos agregar una serie de instrumentos autóctonos muy curiosos como la Quijada de Caballo y la percusión que se realiza con Tinajas y Contrabajos artesanales de una sola cuerda, los cuales han venido a hacer de esta música insular algo llamativo, por su sonoridad y su alegría, que saben transmitir con voces e instrumentos típicos, que a su manera saben ejecutar Agrupaciones como THE CREOLE GROUP, quien en su lengua alternativa, sea en Inglés o Creole, muestra el encanto de su folclor.

Al igual que la mayoría de las Islas del Caribe, este fenómeno o cruce de sonidos, no hizo excepción en nuestras Islas colombianas, de tal modo que San Andrés, Providencia y Santa Catalina, recibieron ese impacto de las expresiones negras o música neo-africana, es decir, la transformación y vuelta a los fundamentos de la música primitiva de África. Estos elementos fueron los mismos, ritos, cantos, tambores, formas musicales, las cuales produjeron también expresiones muy interesantes, como lo hemos de ver y escuchar.

Pero a lo anterior debemos sumar igualmente la adopción de formas y hasta de melodías europeas, coadyuvando en la formación del carácter Isleño, el cual se refleja en ciertas inflexiones melódicas, cierta suavidad y hasta nueva elegancia. También se aceptaron otras formas caribeñas y norteamericanas, o mejor, afronorteamericanas como el Calypso y el Mento por una parte, y el Foxtrot que en otro tiempo llegó a tantos lugares y se bailó tanto, con pasión y fervor. Otros instrumentos usados en nuestras bellas islas son de origen europeo, tales como en el caso de la Guitarra y la Mandolina.

7) REGIÓN CARIBE
LA PIÑA MADURA (Paseo) – Autor: Eulalio Meléndez
Interpreta: Guillermo Buitrago y sus Muchachos

Guillermo de Jesús Buitrago Henríquez (Ciénaga, Magdalena; 1 de abril de 1920 – 19 de abril de 1949), conocido como «El jilguero de la Sierra Nevada de Santa Marta», fue un compositor, músico y cantante colombiano. Es además considerado uno de los principales pioneros de la popularización del Vallenato. Al lado de Julio Bovea fue uno de los primeros intérpretes de las canciones de Rafael Escalona. Se le considera la primera estrella de la música popular colombiana. También fue una especie de mecenas de muchos compositores sin los que hoy no podría ser concebido el folclor del país. Sacó del anonimato a Rafael Escalona, a Emiliano Zuleta, a Abel Antonio Villa, a Tobías Enrique Pumarejo, a Chema Gómez, a Luis Pitre y a Eulalio Meléndez, el compositor de «La Piña Madura».

Buitrago murió muy joven, de 29 años, pero más de sesenta años después de su fallecimiento, es uno de los cantantes que más vende discos en Colombia. Por esas paradojas del destino, el mismo día cuando falleció, llegó de La Habana el propietario de Discos Fuentes. Traía un contrato para que Buitrago hiciera algunas grabaciones con la Orquesta Casino de la Playa, dirigida por el Maestro y Pianista Anselmo Sacasas.

Al desintegrarse el Conjunto de Guillermo Buitrago, por su deceso, otro músico oriundo de Ciénaga (Magdalena), Julio Bovea vino a reemplazarlo. Este, a su vez convoca al Guitarrista Ángel Fontanilla y a Alberto Fernández de Atánquez, Cantante y Guacharaquero, para conformar el más famoso Conjunto de música costeña: “Bovea y sus Vallenatos”.

8) REGIÓN ANDINA
VIVA LA FIESTA (Torbellino) – Autor: Luis María Carvajal
Intérpretes: Trío Instrumental “Nuestra Herencia”

El Torbellino es una de las danzas y de los cantos folclóricos más representativos del Departamento de Santander, al igual que de Boyacá y Cundinamarca. Es considerada la tonada a través de la cual los campesinos expresan en coplas la sencillez de sus reacciones ante el amor, la desilusión, sus sentimientos, utilizando para ello ese lenguaje castellano antiguo, haciendo que estos aires típicos de ascendencia hispano-colonial, una muestra muy particular. Se han distinguido variedades del Torbellino, destacándose el triste o melancólico del altiplano y el festivo de las zonas cálidas.

El Trío Instrumental “Nuestra Herencia” es una Agrupación que se inclina por el rescate de aires musicales tradicionales de la Región Andina, con instrumentos como la Bandola, el Tiple, el Requinto, la Guitarra y Bajo Eléctrico. Está integrado por los siguientes músicos:
1) Jesús Alejandro Sánchez Peña, quien a sus 13 años de edad, es un virtuoso del Requinto andino colombiano. Desde pequeño exploró la música andina colombiana, bajo la dirección de sus hermanos Juan Pablo y Felipe Andrés, integrantes del Trio Nuestra Herencia. Por su amor, dedicación y disciplina en sus estudios musicales, ha sido invitado especial y ha incursionado en un gran número de eventos y festivales nacionales e internacionales.
2) Juan Pablo Sánchez Peña (Tiplista y Director)
3) Felipe Andrés Sánchez Peña (Requintista y Bandolista)
Estos últimos Maestros en Investigación Musical de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), e igualmente fungen como los fundadores y arreglistas de la Agrupación desde el año 2001.

9) REGIÓN PACÍFICA
EL VACILE DE MANOLO (Bunde)
Interpreta: Chirimía “Rancho Aparte”

Las Chirimías constituyen un formato de Agrupación musical muy comunes en un el centro-norte del Departamento del Chocó, arriba del río San Juan. Generalmente están conformadas por Clarinete, Redoblante, Bombardino, Tambora, Platillos, incluso algunos suelen introducir nuevos instrumentos como el Saxofón, la Trompeta y el Trombón, pero siempre conservando su esencia. Algunas Chirimías muy a la moda, han decidido incluir en sus formatos instrumentos como Bajo eléctrico, Piano y Congas, haciendo el grupo más de baile.

Este formato alegre nacido en el campo, ya no solo se disfruta y se celebra por todos los pueblos de la Región, comenzando por Quibdó, Buenaventura, Tumaco, Cali hasta llegar a Bogotá. Para dar inicio a toda presentación, en las Chirimías suelen entrar con los Platillos y continúa luego con la Tambora y el Redoblante, salta al Clarinete y de allí el resto de los integrantes. Dado el auge que han venido tomando ritmos foráneos, muy populares en las etnias afros, se ha venido introduciendo fragmentos de Reggaetón y otros similares.

‘El vacile de Manolo’, es una de las muestras de Bunde chocoano más populares de los últimos tiempos, el cual es interpretado por parte de la Chirimía “Rancho Aparte”, de Quibdó. Partiendo del centro del Chocó y hasta llegar al Pacífico Sur de Colombia, las comunidades afros bailan con demasiada euforia por considerar este género como uno de los más representativos a la hora de toda las fiestas más importantes, exhibiendo la alegría de esta gran cultura: El Bunde Chocoano, también llamado por muchos como El Canto Llamador, por ser el sonido que lleva al éxtasis a quienes se integran a las grandes fiestas del litoral.

10) REGIÓN DE LA ORINOQUIA
HOMBRE DE MIL CAMINOS (Pasaje llanero)
Autor e Intérprete: Juan Farfán y su Grupo

Juan Fernando Farfán Carrillo, (Arauca, 2 de noviembre de 1947), más conocido como Juan Farfán, luego de terminar la educación primaria se dedicó como compositor e intérprete, a la difusión de los aires musicales del Llano colombiano. Ha grabado hasta la presente más de 30 álbumes y en cerca de 5 décadas ha incursionado en un estilo particular como es la canción social, con composiciones como «El bagre rayado» y «El juego de la paz», en las cuales canta contra la violencia que azota al país en general y a su región araucana en particular. Es conocido como «El coplero sentimental».

Hace cerca de 50 años que se subió Juan Farfán a una tarima en Arauca a cantar, y desde entonces no ha descendido de ellas porque su fama se aquilata con los años, y el timbre sentimental de su voz parece que cobrara nuevos y más profundos acentos. Juan Farfán es ya una institución en todos los llanos de Colombia y Venezuela.

Estando muchacho se dedicó al aprendizaje de las primeras letras y a las faenas propias del llanero. Desde estos tiempos todos notaron en el escuelante una facilidad pasmosa para componer coplas, cosa que no es extraña en su lugar de nacimiento, de donde han surgido notables músicos y compositores. Juan Fernando Farfán un ícono del folclor llanero de Colombia y Venezuela, es uno de los 10 mejores cantores de Joropo de todos los tiempos en las dos llanuras. Son 30 producciones discográficas las que atesora éste baluarte del folclor llanero orgullo de los araucanos.

11) REGIÓN DE LA AMAZONÍA
DANZA INDIA (San Juanito)
Interpreta: SUMMA INTI

En el Departamento del Putumayo se reconoce la contribución de la Danza en el desarrollo de la formación integral de los estudiantes, identificando sus propias raíces y desarrollando una expresión auténtica que fomenta el folclor propio de su lugar de origen.
Putumayo es un Departamento joven, formado bajo la influencia del fenómeno de colonización, identificándose en sus manifestaciones dancísticas con una base pluricultural multiétnica, que recibe los sonidos propios de la Región Andina, así como cierta influencia del vecino Departamento de Nariño y de la República de Ecuador.

El sanjuanito es un género musical muy popular a inicios del siglo XX, originario de la provincia de Imbabura. El «sanjuanito» tiene origen preincaico; es decir, existe antes de la conquista española. A diferencia del Pasillo, es un género alegre y bailable que se ejecuta en las festividades de la cultura mestiza e indígena, como el que se lleva a cabo anualmente en la población de Sibundoy.

12) ARCHIPIÉLAGO DE SAN ANDRÉS

CALYPSO Y MENTO
Intérpretes: Banda Única de San Andrés

CALYPSO: Nombre de un género musical originario de Venezuela, Trinidad y Tobago, muy popular en las Antillas, las islas de San Andrés y Providencia en Colombia, Panamá y gran parte de la costa caribeña centroamericana. Es tanto anglófono como francófono. En los países de habla mayoritariamente hispana, donde lo practican también se incluyen letras en español.

El Calypso que se canta en San Andrés y Providencia se realiza en lengua Inglesa o en Creole y se ejecuta con instrumentos como el Violín, la Mandolina, la Guitarra, la Quijada de caballo, las Maracas y el Tinajón fabricado a partir de barriles de petróleo, llamados steel drums (‘tambores de acero’) o simplemente tambores metálicos.

Esos tambores se crearon por la necesidad de percutir que tenían los descendientes de los africanos en estas islas y, dado que no poseían ningún instrumento, empezaron a percutir los barriles, los cuales se fueron abollando y luego estableciéndose alturas definidas, lo que haría que en el futuro, el instrumento se pudiera templar con una escala cromática.

BLOG DEL AAUTOR: Alejandro Gutiérrez De Piñeres y Grimaldi

BARRILITO DE CERVEZA UNA CANCION UNIVERSAL

Polka del barril de cerveza: Esta polka (conocida también como «Rosamunde», nombre de su versión alemana), no es una canción bávara, como muchos creen, sino de origen checo. El autor de la música es el compositor checo (checoeslovaco, diríamos en aquella época) Jaromír Vejvoda en 1927.

Sobre ella, Eduard Ingriš (también checo) hizo unos arreglos, dando lugar a la versión más extendida, que es la que hoy escuchamos. Al principio se tocó sin letra, y se la conoció como «Polka de Modřanská». Vásek Zeman escribió su primera letra conocida en 1934, llamándola Škoda lásky (Amor perdido). Ese mismo año, 1934, Glahé sacó la versión alemana, con letra de Klaus S. Richter, a la que llamó Rosamunde.

Aunque era conocida fuera de Checoslovaquia y Alemania desde 1934-35, fue a partir de 1938 cuando se internacionalizó (hay quien dice que, posiblemente, la ocupación alemana de los Sudetes checos aceleró esa internacionalización de esta pieza, al emigrar miles de checos a otras partes del mundo). En Junio 1939, aparecieron versiones con letras en inglés, debidas a Marrón de Lew y Wladimir Timm, y distribuidas por Shapiro Bernstein. Y después la interpretaron muchos cantantes o grupos, como las Hermanas de Andrews en 1939, la orquesta de Glenn Molinero, Benny Goodman, etc.

Durante la Segunda Guerra Mundial, aparecieron versiones en muchos otros idiomas, y la canción se hizo popular entre los soldados de ambos bandos, y fue creencia general que era una canción alemana, creencia que se aclaró después de la guerra, al conocerse quién era el compositor. Pero a pesar de ello, hay mucha gente que la sigue considerando alemana. Por ejemplo, el ministro de Asuntos Exteriores de Alemania en los años 90, Hans Dietrich Genscher, perdió una apuesta a causa de ello.

El barrio Zbraslav de Praga es uno de los imperdibles en la visita a la ciudad. Además de los sitios históricos, los comercios, restaurantes y hoteles es el lugar donde nació el autor de Barrilito de Cerveza.

En Zbraslav nació el 28 de marzo de 1908 Jaromír Vejvoda, autor de la famosa canción Barrilito de Cerveza que fue elegida la más popular del siglo XX en la República Checa.

La canción se convirtió en himno de las tropa que defendieron a Praga durante la Segunda Guerra Mundial a tener coraje y continuar hasta el final que fue victorioso.

Vejvoda fue hijo, nieto y sobrino de directores de orquesta y a los 6 años ya tocaba el violín y luego la trompeta. Su carrera tuvo una pausa mientras realizó el servicio militar, pero al terminar comenzó a trabajar en la orquesta de su padre y con el pasar del tiempo se convirtió en su director.

En 1929 comenzó a tocar el piano y en el restaurante que puso su padre compuso la famosa polka que se conoce en todo el mundo. La letra de la canción se tradujo a más de 15 idiomas, tiene más de 36 versiones y se utilizó para 136 películas de cine y televisión.

El autor de la canción murió en 1988 el 13 de noviembre también en Zbraslav, donde se lo recuerda con la alegría que aporta la canción que no deja de tener éxito cada vez que se escucha.