La dignidad es el valor intrínseco que tiene el ser humano. No creado a imagen y semejanza de Dios, nos dejó imperfectos, quedamos con la materia que limita nuestro andar; semejante a Dios si nuestro soporte fuera espiritual, energía y nuestro peregrinar no tuviera limitaciones.
La dignidad es el derecho de todos los humanos de vivir en un mundo libre, igualitario, si no tenemos esta vivencia están las leyes que deben de protegernos, si no hay leyes protectoras porque sus representantes son torcidos hay que recurrir a otros medios, si es necesario a los más extremos, a la violencia. A veces esto es inevitable.
La Biblia en el Nuevo Testamento nos muestra a un Jesús pacificador, aguantador, tolerante, casi masoquista que nos aconseja poner la otra mejilla, pero en el Apocalipsis hay otro Jesús al que se le acaba la paciencia, saca la espada y con el filo deja todo en paz.
Es necesario reclamar nuestros derechos, no nos conformemos con lisonjas, mendrugos, ropa de segunda, debemos de exigir la igualdad. La Ley es para ser aplicada con el mismo racero para todo el que delinque. No hay selectividad por el dinero, el credo religioso, la militancia política ni el color de piel.
Siendo presidente de la ANI, Luis Fernando Andrade fue investigado por la fiscalía por hechos irregulares; la burguesía colombiana, los banqueros, hasta el presidente de la BID se fueron lanza en ristre contra el ente investigador, un personaje de su talante no podía delinquir. Aníbal Gaviria ilustre gobernador de Antioquia por hechos irregulares en contratos durante su mandando de viaja data, todos los políticos peces gordos, los industriales lo declararon inocente. Andrés Felipe Arias es declarado responsable por conducta non santa. Es según sus seguidores y paisanos, un señor, casi beato. Se hace una ley para salvarle el pellejo para sacarlo cuanto antes de la cárcel hotel cinco estrellas. ¿Qué justicia hay para el de a pie, el descamisado que roba para no dejarse morir de hambre?
La dignidad no es de los poderosos, es de todos los hombres. Los humanos somos el fin, la esencia del vivir, no somos medios. Tenemos derecho a vivir con dignidad, a morir con dignidad y no ser enterrados en la oscuridad y en silencio. Tenemos dignidad para no ser engañados por la propaganda, por la sociedad mercantilista, sin embargo, siempre tropezamos con la misma piedra. El fin de semana pasado los grandes almacenes vendieron hasta el cielo raso con la noticia de no pago de IVA, muchos pensaron que se iban a ahorrar el 19%, que mentira, muchos comerciantes le cambiaron el precio y el ahorro fue ninguno. Las puertas de los almacenes atiborradas de compradores de electrodomésticos que los sacaban en hombros, el tapabocas en el cuello. No saben que el Covid sigue y los electrodomésticos no alimentan. Indignos los dueños de los grandes almacenes. Muy pronto hay otro día sin IVA, la prima se nos fue.
Dignidad es amar el que nos ama, con el que nos odia dialogamos.
ALBERTO ATUESTA MINDIOLA
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