I
Teotiste Vásquez Díaz,
con su Singer a la vista
fue la primera modista
que Mariangola veía.
En las tardes recibía
una niña encantadora
de mirada soñadora
y con deseo de aprender;
ella le enseña a coser
con el pasar de las horas.
II
Esa niña encantadora
era Dilia Flores Betin,
de sonrisa de jardín
en los rayos de la aurora.
Su mirada soñadora
de ser una gran modista,
mi madre Juana Bautista
su Singer también le presta,
y consolida su gesta
de la moda especialista.
III
De las modistas nacidas
en tierra mariangolera,
Dilia Flores la primera
y es muy bien reconocida.
Es una mujer querida
por sus padres y hermanos,
familiares y paisanos
y todas sus amistades;
es un ramo de bondades
alejadas del verano.
IV
Brindo con mi poesía
bendecida de esplendores,
por mi amiga Dilia Flores
hoy día de su epifanía.
Leris, Nabis, las dos Marías
y el Henry que es el mayor,
los hijos edén de amor
que enaltecen la familia;
Brindemos todos por Dilia
y Dios Padre protector.

Atentamente
José Antonio Atuesta Mendiola
Cel: 3015734205
BLOG DEL AUTOR: José Atuesta Mindiola