I
Desorden bajo los cielos,
lo incorrecto es correcto,
cunde el odio y el desafecto.
Las guerras son los anhelos
de los nuevos reyezuelos,
que, con su corrupto interés,
ponen el mundo al revés,
haciendo de la justicia
objeto de su codicia,
para los pobres un traspiés.
II
La historia ha demostrado
que la guerra y destrucción
es un arma de disuasión,
del Imperio su recado.
Ahora al mundo le ha tocado
observar, siendo ajeno,
el espectáculo obsceno,
de dos potencias guerreando,
territorios disputando,
en lucha sin desenfreno.
III
Hacen de su poder tronos
de gobiernos desalmados,
por industrias financiados,
recibiendo buenos bonos,
de poderosos patronos.
Escogen representantes,
de corrupción bien andantes,
integrando los gobiernos,
que buscan siempre jodernos,
como siempre y desde antes.
IV
Si los pueblos se rebelan
los calumnian sin compasión,
difundiendo como canción,
que comunistas se cuelan,
cuando su plan desmantelan.
Al surgir nuevos gobiernos,
buscan siempre convencernos
que nuestro país destruirán,
que con la historia no podrán,
y que debemos torcernos.
Alberto Lacouture
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