I
Ocho de marzo, Chicago,
comenzaste tus batallas,
derribando las murallas.
Te opusiste al zurriago
del patrón y del mal pago.
Batallaste con dignidad,
tesón, carácter y unidad,
en combates sin fronteras,
defendiendo donde fueras,
tus derechos y tu igualdad
II
La lucha has emprendido
desde ya tiempo remoto,
por mejor vida y el voto.
Muchos no lo han entendido
y felicitan con ruido,
a ese ser llamado mujer,
buscando a todos hacer ver,
solo el carácter maternal,
de una figura sin igual,
obviando el completo ser.
III
Garante de vida eres.
De la humanidad, la vida,
a pesar de ser batida,
y ultrajada por los seres
objeto de tus quereres.
Que con engaños te atrapan,
con falsos amores tapan,
conductas semifeudales,
propias de los arrabales,
más tu entereza no rapan.
Alberto Lacouture
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