
I
En Valencia Juan Rosado
pidió a Francisca Rincones
que unieran sus corazones,
tiernamente enamorados.
Su hogar siempre respetado
humilde y agradecido,
y entre sus hijos queridos:
William el gran locutor,
periodista y escritor,
y un amigo distinguido.
II
William Rosado Rincones
bajo la luz de un candil
en una noche de abril
recibe mil bendiciones.
Abrigado de oraciones,
su valor filo de espuela
para el trabajo y la escuela:
la honradez eterno brillo,
laboró haciendo ladrillos
y en las ventas de arepuelas.
III
Todo el amor por Valencia
William lo lleva en la piel,
Porque siempre ha sido fiel
con la luz de su existencia.
Es edén de su querencia,
Valencia su pueblo amado,
porque allí fue bautizado
como hermano Nazareno,
y en la fe es hombre sereno,
cariñoso y recatado.
IV
En la amistad y el amor
William es un hombre listo,
de los cantos de Calixto
es amante seguidor.
Estudioso del folclor
de esta tierra de cantores
y conoce los albores
de juglares repentista;
es un gran folclorista
con merecidos honores.

BLOG DEL AUTOR: José Atuesta Mindiola