ÁLVARO ARAUJO NOGUERA
Por José Atuesta Mindiola

I
Ese recordado hogar
de Blanca con Santander,
un edén de amanecer
en mi pueblo Valledupar.
Las puertas de par en par
en las faenas del día,
las noches en cofradías
de amigos y de vecinos,
y soñaban los caminos
los cuentos y la poesía.

II
Álvaro Araujo Noguera
un distinguido doctor,
desde niño un soñador
de quehaceres y quimeras.
Un eco de primavera,
el jardín de su conciencia
que irradiaba inteligencia
en toda su trayectoria,
y su exquisita oratoria
patente de su eminencia.

III
En la destacada agenda
la experiencia abre sus cartas,
en la bella Santa Marta
fue secretario de Hacienda.
Y otros cargos en su senda:
Representante y Senador,
de Caja agraria director,
Ministro de Agricultura,
por jerarquía en la cultura
fue su Cargo superior.

IV
Su nombre está en el atril
de los hombres soñadores,
recibió muchos honores
por su talante civil.
De su terrenal redil
callado se despidió,
y a la historia le dejó
su familia tan querida.
Ahora seguirá su vida
en el lugar que Dios le dio.

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